El futuro edificio que se construya en el número 5 de la avenida Doctor Gadea de Alicante, donde esta semana se ha derruido un inmueble histórico del año 1910, solo conservará del original las barandillas. Así lo han confirmado a este diario fuentes municipales, que aseguran que el Ayuntamiento no disponía de herramientas para detener el derribo, al no contar con protección.
Desde la Concejalía de Urbanismo han apuntado que se ha negociado con los propietarios del edificio para tratar de conservar, al menos, la fachada. Sin embargo, los dueños del inmueble no estaban obligados a ello ya que este no se incluye en el Catálogo de Protecciones. Un documento que, pese a que aún se encuentra en trámites, sí ha supuesto la paralización temporal de las licencias de demolición hasta que se concluya su desarrollo.
Licencia correcta
Por lo que respecta a la propiedad situada en Gadea 5, la actuación contaba con licencia para una demolición integral. No obstante, las mismas fuentes han confirmado que los dueños se han comprometido a mantener las barandillas originales.
En cuanto a las posibilidades de frenar el derrumbe, el gobierno local señala que este tipo de licencias son regladas y que, en este caso concreto, cumplía las condiciones necesarias, por lo que el Ayuntamiento «está obligado a concederla».
Eso sí, desde la concejalía que dirige Rocío Gómez (PP), se advierte de que la futura construcción debe cumplir con las condiciones volumétricas del entorno, replicar las condiciones estéticas de la entreplanta y respetar la armonización de nuevas edificaciones dentro del entorno de protección. Unos requisitos constructivos aprobados en julio por el Ayuntamiento para la zona situada alrededor de la Casa de las Brujas y que incluyen diferentes criterios.
Requisitos constructivos
Entre ellos, destaca que las fachadas no podrán ser ciegas y que en los huecos de las mismas deberán instalarse puertas balconeras, estando permitidas las ventanas solo en la planta baja y en la última.
Además, los motivos decorativos de fachada como cornisas tendrán un vuelo máximo de 15 centímetros, estando prohibida la utilización de moldes prefabricados. Por lo que respecta a los materiales y texturas permitidos, en las fachadas no estará autorizado el uso de bloque o ladrillo caravista, debiendo emplearse preferiblemente morteros, estucos lisos o enlucidos con pinturas de acabado mate.
El derrumbe del citado edificio ha generado un gran revuelo al tratarse del último inmueble histórico que quedaba en pie en la céntrica avenida, donde se sitúa también la sede del Consell en Alicante. Plataformas ciudadanas y en defensa del patrimonio, como la Asociación Cultural Alicante Vivo, han criticado el derrumbe: «Al final no va a quedar nada», han lamentado.