En Picanya te puedes tomar un café cerca del CEIP Ausias March, pero no ir a clase. El centro sigue sin desinfectar casi un mes después de la dana porque Conselleria no manda al personal especialista. Misma situación se vive en Catarroja, Paiporta, Alaquàs, Algemesí…
No se trata de centros arrasados por el agua que habrá que reconstruir, sino de 29 colegios e institutos que siguen sucios 26 días después de la riada y que por eso no abren. Casi 30 centros no cuentan todavía con el certificado de desinfección que hacen Tragsa o Vaersa, según datos proporcionados por el sindicato Stepv y las Ampas basados en las circulares de Educación. Se estima que hay unos 13.000 escolares afectados.
A esos hay que añadir 4 centros más que están limpios pero siguen cerrados a la espera de este certificado. Mientras tanto, hay miles de niños sin clase. Es el caso de Paiporta, donde hay 4.000 escolares que no pueden estudiar. El consistorio, en una reunión reciente, les explicó que deberán esperar, al menos, tres semanas más en el plazo más optimista para poder pisar un aula.
Los afortunados que tengan familiares en València podrán ir al colegio en una escuela de acogida. La situación allí es la más grave de todas «las plantas bajas siguen llenas de lodo y devastadas», explica Gloria Fos vicepresidenta del Ampa CEIP Serrano. En Paiporta hay cinco centros y en la mayoría ni siquiera tienen los daños valorados, por lo que no computan en esta lista que elevaría los colegios sucios a más de 30.
Educación asegura que la práctica totalidad de los estudiantes afectados (31.000) ya están en las aulas o en centros de acogida, pero la versión de las familias dista mucho de ser así. El alumnado de segundo de Bachillerato ha sido el primero en retornar a las aulas (muchos online) por la premura de la PAU a la vuelta de la esquina, mientras que el resto de estudiantes de ESO siguen en su casa a la espera de una vuelta escalonada.
A la espera de Tragsa y Vaersa
Los voluntarios se echaron a la espalda la limpieza de los colegios e IES en las primeras semanas, y las Ampas denunciaron en varias ocasiones que Educación ni siquiera mandó material para la desinfección. Tras sacar todos los trastos, sólo quedaba la desinfección que garantizara que los estudiantes volvían a un entrono salubre, una tarea de la que se debía encargar Tragsa y Vaersa.
«Conselleria no manda a las empresas para desinfectar», cuenta una afectada de Picanya. La previsión es abrir el centro este lunes 25, pero la comunidad educativa duda que vaya a ser así porque no está en condiciones. «Es pura desidia y descoordinación por parte de Conselleria. No puede ser que un mes después los centros sigan sin limpiar», reivindica.
En Paiporta, por su lado, denuncian falta de órdenes claras que ha dificultado la limpieza; «cuando vino Tragsa nos dijo que no podía hacer nada sin la autorización de Sanidad, se iban pasando la pelota unos a otros y al final no avanzaron en los trabajos, es una sensación de caos», explica una representante del Ampa de un colegio.
La riada dejó unos 97 centros afectados, y de esos más de 80 ya han vuelto a la normalidad según Educación. En total, 26 centros han quedado arrasados y han tenido que ser reubicados en escuelas de acogida. Así pues, quedan 28 que siguen sin abrir por no estar desinfectados, según una estimación de las Ampas.
Sin evaluar un mes después
La cifra de centros reventados no es definitiva, sino que se espera que crezca cuando se valoren los centros que quedan. El IES Berenguer Dalmau de Catarroja o el Ceip Rosa Serrano de Paiporta son dos ejemplos de centros escolares que 25 días después del desastre siguen sucios y ni siquiera se han revisado.
La valoración de un centro la hace inspección educativa con el acompañamiento de técnicos especialistas in situ. En la mayoría de casos, este trabajo se hizo la semana siguiente a la dana. Un ejemplo es el IES Alameda de Utiel, que recibió la visita que determinó que no era apto para dar clases y debía reformarse. En la zona cero quedan muchos centros que un mes después ni siquiera han sido valorados por la inspección.
Muchos IES y colegios han retrasado su valoración porque han hecho las veces de base militar, ambulatorio o de centro logístico para repartir ayudas. Es el caso del Enric Valor de Picanya, que según una circular de Educación abrirá este lunes ante las dudas de las familias de su correcta desinfección.
Apertura con garantías
Las Ampas y sindicatos educativos llevan denunciando el «caos» y la gestión «desastrosa» de Conselleria desde el principio, con circulares contradictorias y plazos de reapertura de los centros que no se han cumplido.
Denuncian, además, que Conselleria ha movilizado a Tragsa y Vaersa hacia los centros después de «muchas cartas de directoras y directores alertando de la situación». Lo que piden ahora es «garantías» de que su centro abra con el nivel de salubridad adecuado, y que la limpieza y desinfección sean correctas.
En la mayoría de casos ha sido así, aunque hay algunas familias que han matriculado a sus niños en escuelas de acogida por no querer llevarlos a los centros «desinfectados» debido a las malas condiciones de los mismos, según han explicado a este periódico varias directoras de centros.
Una de las quejas de la comunidad educativa es que se les delegue la firma que certifica que un centro está desinfectado. «Nosotras no sabemos del tema, no somos expertas que te puedan asegurar que el centro esté limpio de infecciones ¿Cómo vamos a firmar algo así?», denuncia un Ampa.
Muchas de las Ampa afectadas anuncian que se unirán a la manifestación programada este sábado a las 18 horas en la plaza de San Agustín de València para pedir la dimisión del Conseller José Antonio Rovira por su «nefasta» gestión de la dana. Ampas y sindicatos denunciaron a principios de semana el «malestar monumental» de la comunidad educaitiva con Conselleria, tras dos reuniones para abordar la reconstrucción.
Futuro incierto
A pocos días de que se cumpla un mes de la riada, el futuro es del todo incierto para las familias. Educación amplió el plazo para solicitar plaza en centros de acogida hasta el día 29 de noviembre, y asegura que guardará la plaza a todas las familias de centros arrasados que matriculen a sus hijos en otro lugar.
La mayoría de las reubicaciones se ha hecho sin problema, pero aún existen casos como el de las familias de Catarroja, que se niegan a ir al IES en horario de tarde en Picassent y reclaman la instalación de barracones, algo en lo que Conselleria dice estar trabajando. En el caso de Paiporta, se está aún muy lejos de llegar a ese punto y la mayoría de familias no sabe de reconstrucción ni de cómo estudiarán sus hijos.