Una noche más, el restaurante más famoso de la televisión abrió sus puertas para dar nuevas oportunidades a solteros y solteras de encontrar el amor. Fue el caso de Álvaro, de 25 años, y de Diana, también de 25, que acudieron a ‘First Dates‘ con la esperanza de encontrar a esa persona especial.
El primero en llegar al establecimiento de Cuatro fue Álvaro, un agente inmobiliario e influencer ‘fitness’ que busca a una chica que le guste «el mundo del deporte». Poco después, Laura Boado dio la bienvenida a Diana, una joven geóloga que no tiene «un prototipo marcado de chicos», pero que le gustan musculosos.
Las primeras impresiones no fueron del todo buenas. «Me parece bastante guapo. Los ojos así… musculoso… la verdad que la primera impresión ha sido muy buena», empezó explicando la soltera frente las cámaras del programa. Por su parte, Álvaro confesó: «No veo que sea del rollo ‘fitness’, pero bueno, estoy dispuesto a conocerla»
Pese a que la primera impresión no fue la esperada por el equipo de ‘First Dates’, poco faltó para que los jóvenes vieran que eran dos personas muy parecidas y la complicidad se apoderara de la velada. Tal protagonismo alcanzó esta que Álvaro y Diana fueron dirigidos a una sala aparte para que pudieran comer el postre e intimar más.
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Al entrar al reservado, una de las camareras ofreció a los jóvenes unas bolas con diferentes restos, algo que no vio con buenos ojos Diana. «Prefiero ni jugar porque nos vamos a morrear y mis padres me van a regañar. No quiero morrearme en la primera cita», explicó la soltera. De todas formas, en la decisión final, los jóvenes confesaron que querían tener una segunda cita.