Conforme pasan los días y proliferan las cronologías y los relatos de parte sobre lo que sucedió en las horas críticas de la DANA, emergen nuevas luces (también nuevas sombras) sobre qué hicieron y cuáles fueron las circunstancias de los protagonistas de ese día. Todos los focos están sobre la ausencia del president Mazón, que mantuvo su agenda completa ese día, acudió a una comida de trabajo de dos horas y 45 minutos con una periodista para ofrecerle la dirección de À Punt, y apareció en el Cecopi más de dos horas después del inicio, pasadas a las 19 horas, con la situación ya desbordada.

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