El imaginario colectivo que impuso la película de Disney ha hecho que de Pinocho probablemente lo que destaque el 90% de la población es que le crece la nariz cuando miente. Pero… de los 36 capítulos que tiene el libro, únicamente en dos sucede eso. A partir de ahí, y con la idea de hacer una mirada más profunda y completa a la obra, el ilustrador aragonés Alberto Gamón le propuso a la editorial Nórdica reeditar ‘Las aventuras de Pinocho’ con sus ilustraciones. El resultado, que acaba de llegar a las librerías, es abrumador. El Paraninfo de la Universidad de Zaragoza acoge este viernes (19.00 horas) el acto de presentación de una obra llamada a ser unas de las más relevantes de esta campaña de Navidad.
Una de las ilustraciones que se pueden contemplar en el libro. / ALBERTO GAMÓN
«Posiblemente, sea uno de los clásicos en los que la película animada se ha comido el texto original», reflexiona en voz alta Alberto Gamón, que explica que ha estado dos años con el proyecto. «He dedicado gran parte a releer el libro, pero también he leído ensayos, artículos, todo lo que ha caído en mis manos sobre Pinocho, y la propuesta que yo hago es una mezcla de todo. El proyecto pedía ir más allá de la lectura del texto si no, ¿qué sentido tiene con el montón de ediciones ilustradas que ya hay volver a hacer una? Había que saltar los estereotipos y topicazos que existen sobre la historia», asegura con soltura.
Una impactante portada
Y, desde luego, que lo ha conseguido. Solo hay que mirar la embriagadora portada que ha construido: «Mi propuesta no traiciona el texto. Me detengo, por ejemplo, en la cubierta que ha llamado mucho la atención. Represento la realidad, cuando está en el tronco ya tiene vida Pinocho. No es cierto que, de repente una noche deja de ser un títere inerte. No es así, cuando es un tronco y van a clavarle el hacha ya se queja, la historia ya empieza distinta a lo que nos han contado. Me gustaba la idea de que la cubierta expresara la fragilidad y la delicadeza de un embrión junto a un hacha porque la historia de Pinocho es muy violenta, hay mucha violencia contra menores», afirma Gamón, que es muy claro: «Yo no he querido transgredir nada, yo lo que he hecho es tener una mirada más afilada sobre el clásico. Muchas cosas me he dado cuenta yo al releer el libro y otras me las ha mostrado alguno de los ensayos que he consultado».
Esta nueva aproximación a ‘Las aventuras de Pinocho’ tiene una dedicatoria clara: «A los maestros y maestras porque la educación lo es todo. Yo le invito a la gente a que nos sentemos a ver un telediario de principio a fin desde el prisma de la educación, de la falta de educación. Todo tiene que ver con la educación y en el libro ya es muy evidente en el texto de Collodi». Un autor que tenía muy claro la importancia de este aspecto en parte también por su propia vida: «Toda obra es hija de su autor. Carlo Collodi proviene de una familia humilde, de hecho, lo apadrinó el señor al que servían sus padres y le pagó la educación, Gracias a ello, luego pudo ser periodista y librero porque habían apostado por él. Él mismo le escribe al ministerio una carta que titula ‘Pan y libro’ en la que explica que la gente tiene que estar alimentada y educada».
La portada de ‘Las aventuras de Pinocho’. / EL PERIÓDICO
La mentira como problema
Aun con todo, aunque han trascendido las mentiras de Pinocho, para Gamón, «lo más inquietante son los adultos que mienten a menores. Se ven algunos personajes que en el siglo XXI se merecen la cárcel, hay muchos personajes mentirosos e inquietantes. Lo que ha trascendido es que un niño miente, pero es que uno de los pocos recursos que tiene un niño, que no va a ningún lado. Que mientan los adultos es mucho más grave y eso no ha trascendido. Mira en las últimas elecciones de Estados Unidos, cuando querían decir que Trump era un mentiroso hacían que le creciera la nariz».
Esta edición de ‘Las aventuras de Pinocho’ va acompañada de un desplegable: «Un retablo es una representación teatral con títeres, y yo planteé la posibilidad de hacer un desplegable a modo de retablo que fuera junto al libro que narra visualmente lo mismo que en la obra, pero todo junto. Es bastante largo, mide ochenta y pico centímetros, y es una clave que diferencia esta obra de otras que han aparecido anteriormente», concluye el ilustrador.
