La sostenibilidad del sistema público de pensiones en España es uno de los grandes desafíos sociales y económicos de la actualidad. Expertos, como el conocido economista Gonzalo Bernardos, advierten que las medidas que han tomado los diferentes Gobiernos españoles durantes las últimas décadas son insuficientes y que el futuro del sistema enfrenta grandes tensiones estructurales.
España tiene un sistema de pensiones que, «en comparación con otros países europeos, es generoso». Sin embargo, Bernardos señala que esta misma generosidad pone al sistema en «serio riesgo». El economista critica las transferencias de fondos desde la Administración Central para equilibrar las cuentas, calificándolas de un movimiento contable que no aborda el problema de fondo. Según sus datos, el déficit de la Seguridad Social asciende a 65.000 millones de euros, superando incluso el gasto anual del Estado en educación.
El economista subraya que el principal reto es el envejecimiento de la población, exacerbado por la llegada de la generación del “baby boom” a la edad de jubilación. Estos trabajadores, con largas trayectorias y altas cotizaciones, percibirán pensiones superiores a los 2.000 euros mensuales en muchos casos, lo que incrementará considerablemente el gasto total en pensiones.
Autónomos
Un punto crítico señalado por Bernardos es la situación de los trabajadores autónomos. El 85,9% de ellos cotizan por la base mínima, lo que se traduce en pensiones muy bajas al jubilarse. Muchos creen que llegar a la edad de jubilación es suficiente para garantizar una pensión digna, ignorando que la cuantía está directamente relacionada con las aportaciones realizadas durante la vida laboral.
Aunque se han planteado alternativas, como un sistema de cotizaciones basado en la facturación, Bernardos rechaza este enfoque por temor a que impulse la privatización del sistema, algo que considera perjudicial para la mayoría de los trabajadores.
Propuestas
Bernardos propone tres posibles medidas para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones:
- Aumento de las cotizaciones: Aunque esta opción incrementaría los ingresos, el economista advierte que afectaría de manera desproporcionada a los jóvenes, un grupo ya vulnerable debido a sus bajos ingresos. Por tanto, descarta esta medida.
- Incremento de la edad de jubilación: Bernardos apoya esta medida, argumentando que con una esperanza de vida cada vez mayor y un sistema tan generoso, trabajar más años es inevitable. Reconoce que esta opción es impopular, pero recuerda que ya ha sido implementada parcialmente en España y en otros países europeos.
- Reducción de las pensiones actuales: Esta opción, aunque fiscalmente atractiva, es considerada inviable por Bernardos, quien subraya que los pensionistas tienen un contrato implícito con el sistema. Romper este compromiso sería injusto y socialmente inaceptable.
Planes privados
El economista también critica los planes de pensiones privados en España, calificándolos de poco rentables y mal gestionados. Según Bernardos, estos planes solo son ventajosos para personas con conocimientos avanzados en mercados financieros, dejando a la mayoría de la población sin una alternativa viable al sistema público.