El PSOE ha presentado ante el Juzgado de Primera Instancia de Madrid una querella colectiva contra el empresario y presunto conseguidor de la trama Koldo, Víctor de Aldama, por injurias y calumnias, después de su polémica declaración en la Audiencia Nacional, en la que cargó contundentemente contra numerosos cargos socialistas, entre los que se encuentra el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, o el secretario de Organización del partido, Santos Cerdán.
Los cargos representados en la querella contra Aldama son el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el exministro de Sanidad y actual president de la Generalitat catalana, Salvador Illa; la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; su jefe de gabinete, Carlos Moreno; el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán; y el expresidente de Canarias y actual ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.
El anuncio ha venido de la mano de la comparecencia en Moncloa del ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, que ha trasladado que los cargos socialistas señalados «de manera vergonzosa» por el presunto comisionista de la trama Koldo, presentarán este mismo viernes una demanda conjunta en defensa de su «honor» y «buen nombre», insistiendo así en que «la mentira no puede salir gratis».
«Estamos hablando de una demanda conjunta de todas aquellas personas que hemos sido señalados de manera vergonzosa porque son mentiras absolutas«, ha indicado el ministro en rueda de prensa desde Moncloa, tras la reunión de Pedro Sánchez con el president de la Generalitat catalana, Salvador Illa, en la ronda de contactos con líderes autonómicos.
Asimismo, el titular de Política Territorial ha insistido en que Aldama, este jueves, fue a comparecer a la Audiencia Nacional “con las manos en los bolsillos”, sin aportar “pruebas o documentos” para acreditar sus palabras, restándole así credibilidad al conjunto de su declaración judicial.
Inteligencia desmiente la declaración de Aldama
Además de la querella de los socialistas, Inteligencia ya cargó contra el empresario este jueves tras su declaración ante la Audiencia Nacional. En concreto, Aldama aseguró haber formado parte de la UCE 2, la unidad especializada en terrorismo internacional de la Guardia Civil, y haber colaborado con servicios secretos internacionales como la CIA (Estados Unidos) o el MI6 (Reino Unido), además de exponer ante el magistrado que el CNI preparó, bajo mandato del Ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, tanto la visita de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, como la adecuación de la vivienda en Madrid en la que iba a quedarse durante su visita. Sin embargo, fuentes de Inteligencia desmintieron por completo estas afirmaciones.
En concreto, aclararon que para formar parte de la unidad antiterrorista del Instituto Armado UCE 2, de la que Aldama aseguraba haber formado parte, hay que ser guardia civil, y él no lo es. En el mismo sentido, expresaron estupefactos que descubren en Aldama a un «nuevo pequeño Nicolás» porque «ni siquiera el MI6 se llama así desde hace años sino S.I.S., acrónimo de Secret Inteligence Service», además de que no tienen constancia de colaboración alguna con la CIA estadounidense. A su vez, también niegan la supuesta participación del CNI en la visita de Delcy Rodríguez por «orden de Marlaska». La explicación al respecto es sencilla: destacan que el CNI español ni responde ni actúa por orden del Ministerio del Interior, sino que es dependiente de la cartera de Margarita Robles, el Ministerio de Defensa.
Por su parte, Aldama, sustentando su argumento ante el tribunal, aseguró que podrá probar «todo» lo dicho con documentación. «Obviamente, si no, no lo diría», expresó. Tras salir de prisión, el empresario contestó al presidente del Gobierno tras sus declaraciones en el Congreso de los Diputados con motivo de esta cuestión, replicándole así que es un «señor mitómano y tiene alzheimer» y que la foto se hicieron juntos «no se hacen con cualquiera», porque fue en una zona privada. También avisó al jefe del Ejecutivo de que no se preocupara porque «va a tener pruebas de todo lo que se ha dicho», al tiempo que reiteró que su encuentro, según su versión, «no fue fortuito».