Se estima que entre un 2 y un 2,5 por cada mil nacidos en España tiene parálisis cerebral, lo que se traduce en una de cada 500 personas. Los principales tratamientos para tratar la parálisis cerebral tiene como objetivo mejorar la posición y los movimientos de las extremidades superiores, y en concreto de la mano, para facilitar la realización de las actividades de la vida diaria o cotidiana y así darle independencia al niño en el día a día.
Así nos lo explica el doctor Francisco Soldado cirujano ortopédico y traumatólogo infantil especialista en extremidad superior, cirugía de nervio y microcirugía. «El tratamiento no quirúrgico más importante para mejorar la función de las extremidades superiores en la parálisis cerebral es la terapia (ocupacional y fisioterapia). Ayuda a la realización de las actividades bimanuales para generar independencia en su día».
También están las terapias: restrictiva, bimanual intensiva y la terapia en espejo. La restrictiva consiste en inmovilizar el miembro normal para estimular el desarrollo cortico-cerebral del lado afectado.
Por otro lado, la bimanual intensiva se trata de realizar actividades que requieran el uso de las dos manos de forma intensiva también para estimular el desarrollo cortical del lado afectado.
Y, por último, la terapia en espejo consiste en que el paciente realice movimientos con el lado no afectado y que de esta manera, se cree un ilusión de movimiento en el lado afectado.
¿Cuándo es necesario la cirugía para tratar la parálisis cerebral?
El especialista señala que se plantea cuando se dan tres problemas fundamentales:
- La pérdida de fuerza o debilidad
- La espasticidad, es decir, musculatura con un tono muy alto, muy tensa
- Desviaciones o deformidades
«Cuando estos problemas son muy marcados la intervención mejora la función de la mano. Para la debilidad podemos transmitir tendones o músculos que funcionen bien y son sacrificables a los que son débiles», recalca el doctor Soldado.
Para la espasticidad «podemos o bien alargar los músculos, si no es muy importante, o disminuir parte del nervio que va a ese músculo que está tenso, técnica que se denomina “hiponeumatización”, y va muy bien para la fusión del codo». Y si la espasticidad afecta fundamentalmente a la mano «lo mejor es intervenir desde la médula espinal y cortar los nervios que llevan el circuito de la espasticidad (llamada rizotomía dorsal en el cuello)».
¿Qué otros tratamientos son imprescindibles?
Sin duda, la terapia ocupacional y la fisioterapia son «los tratamientos no quirúrgicos más importantes que les han de acompañar a lo largo de toda la vida a estos pacientes porque realizan un entrenamiento que estimula el desarrollo cortical y cerebral».
Para el doctor Soldado, «existen tratamientos asociados que pueden mejorar el desempeño y la situación anímica y psicológica como pueden ser: actividades como la hidroterapia, la hipoterapia (montar a caballo) y otras actividades deportivas».
- «Es importante destacar que las terapias holísticas o alternativas no han demostrado evidencia de mejorar el desempeño de estos pacientes«.
Últimos avances en el tratamiento de la parálisis cerebral
Hay una forma de la parálisis cerebral en la que predomina un problema de control del movimiento, llamada distónica, y por eso se denomina parálisis cerebral distónica.
En esta la cirugía es de poco ayuda pero están apareciendo marcapasos cerebrales, es decir que van al cerebro, que en el futuro podrán controlar estos movimientos involuntarios y mejorar la función. Esto se llama estimulación palidal profunda.
«Otro aspecto novedoso que se ha puesto de moda en China es utilizar un nervio del lado controlado por el cerebro sano, y conectarlo a un nervio del brazo afectado. He probado esta técnica y realmente los resultados no son tan buenos como lo que se publica». Por otro lado, las terapias con trasplante de células madre no han demostrado efectividad.
También están los tratamientos con chips neuroestimuladores y «tampoco han demostrado eficacia aunque es muy probable que en el futuro aparezcan terapias que ayuden a un mejor control cerebral».
En la parálisis cerebral la cirugía bien indicada para la espasticidad y debilidad de las extremidades superiores es efectiva, y «debe estar combinada con un buen entrenamiento durante toda la vida, es decir como hemos visto antes que exista terapia física».
«La cirugía de la espasticidad del codo y del antebrazo se puede realizar interviniendo solo en los nervios, sin embargo, la espasticidad de la mano requiere actuar sobre la médula espinal teniendo unos resultados espectaculares. Estoy convencido que con el paso de los años tendremos nuevas soluciones», subraya.