La Guardia Civil de Teruel interceptó a un conductor de 62 años que circuló en dirección contraria durante ocho kilómetros por la autovía A-23. El hombre circulaba sentido hacia Sagunto cuando la vía era sentido Somport y arrojó un resultado positivo en las pruebas de alcoholemia de 0,71 y 0,66 mg/l.

La patrulla perteneciente al Puesto de la Guardia Civil de Sarrión, que recorría el tramo de autovía desde esta localidad en dirección Somport, consiguió detectar al vehículo e interceptarlo rápidamente a la altura del km 92 de la misma vía, en término municipal de la Puebla de Valverde.

La rapidez en la actuación de los agentes actuantes fue decisiva para proceder a la detención del vehículo antes de que éste pudiera provocar un grave siniestro vial, puesto que, el mismo, suponía un gran peligro de colisión frontal con otros usuarios, al circular en sentido contrario al estipulado por un tramo de autovía.

El vehículo resultó ser un turismo cuyo conductor circuló durante más de 8 kilómetros en sentido contrario por la citada autovía. Una vez interceptado y detenido, éste fue retirado rápidamente de la vía y estacionado en un lugar seguro en un área de servicio próximo.

El punto donde accedió el turismo a la autovía A-23, en sentido contrario, se encuentra perfectamente señalizado, con señales verticales específicas que indican claramente la dirección prohibida adoptada por el conductor del turismo implicado en los hechos.

El conductor, de 62 años de edad, arrojó un resultado positivo en las pruebas de alcoholemia de 0,71 y 0,66 mg/l de alcohol por litro de aire espirado, presentando síntomas evidentes de intoxicación etílica, siendo investigado por los delitos cometidos.

Por parte de la Unidad de Investigación de Seguridad Vial (UNIS) del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Teruel, se instruyeron las correspondientes diligencias por los presuntos delitos contra la seguridad vial cometidos por el conductor por conducir un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas y conducir con temeridad manifiesta al poner en grave peligro la integridad física del resto de usuarios de la vía.

Por dichos hechos, el citado conductor se podría enfrentar a penas de prisión de 3 a 6 meses, o multa de 6 a 12 meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo entre 1 y 4 años, por el delito de conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas. También se podría enfrentar a penas de prisión de 1 a 2 años, multa de 6 a 12 meses y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo entre 6 y 10 años por el delito de conducción temeraria.

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