La televisión rusa ha emitido en el canal estatal Russia-1 una simulación que detalla cómo podría ser un ataque nuclear ruso contra varios países europeos tras el apoyo militar occidental a Ucrania. La emisión del programa se produjo en julio, aunque el pasado martes se hizo viral el vídeo en ‘X’ con los lugares que serían atacados.
Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, ha declarado públicamente que Rusia podría considerar el uso de armas de destrucción masiva contra Kiev e instalaciones de la OTAN si se percibe una amenaza Además, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha advertido en una entrevista con la agencia de noticias india ANI, que la guerra que comenzó contra Kiev «se está alargando» y que «ha evolucionado en un conflicto directo entre Europa y la OTAN».
Según el programa, «todas las capitales europeas estarían bajo amenaza» si se intensifica el conflicto. La simulación menciona el uso de misiles rusos desde Kaliningrado, situado entre Lituania y Polonia, como punto de lanzamiento para los ataques.
Entre los objetivos que señalan en la simulación se encuentran varias capitales de Europa, que incluye todas las bases estadounidenses en territorio europeo. Los países Bálticos –Estonia, Letonia y Lituania- aparecen señalizados como los blancos iniciales por su proximidad geográfica y su adhesión a la OTAN además de otras capitales europeas como Berlín (Alemania), Varsovia (Polonia), Praga (República Checa), Bucarest (Rumanía) y París (Francia). España junto con países como Portugal o Italia no se encontraría entre los amenazados.
Reino Unido: «Enemigo tradicional»
El programa describe al país británico como el «enemigo tradicional» de Rusia en Europa y detalla cómo los misiles lanzados desde la península de Kola podrían impactar en ciudades como Londres, Mánchester y Birmingham. Además de señalar bases navales y militares de Devonport, Sheerness, Chatham y Clyth (en Escocia).
El presentador afirmó que «bastaría con tres misiles» para provocar un colapso en la infraestructura británica. Los analistas creen que es una táctica para sembrar miedo más que una acción real.