El alcalde de Siero, Ángel García, acudió esta mañana a los juzgados de Pola de Siero en el marco del proceso de dilgencias previas por una denuncia penal presentada por un agente de la Policía Local del concejo. La demanda se centra en presuntas irregularidades relacionadas con el turno de trabajo del agente, quien asegura que sus problemas de salud no fueron respetados por el Ayuntamiento. García, acompañado de su abogado, Luis Tuero, declaró respondiendo únicamente a la jueza y a su letrado, estando también presente durante la misma el abogado Guillermo Calvo, representante del policía denunciante. Al finalizar la audiencia, tanto el alcalde como su abogado y el representante legal del Policía hicieron declaraciones públicas que reflejan la polarización de las versiones sobre el caso.
Por su parte, Calvo explicó que su cliente sufre de diabetes, una condición que, según afirma, le imposibilita realizar turnos rotativos o nocturnos. “El agente tenía pautado por médicos y por el servicio de prevención del Ayuntamiento un turno fijo diurno. Sin embargo, desde 2019, comenzaron a imponérsele turnos que incluían noches, lo cual agravó su salud de manera grave. Este agente estuvo a punto de perder la vida debido a estas decisiones”, declaró el letrado. Este también señaló que, aunque en la actualidad el agente se encuentra trabajando bajo un turno adaptado según una sentencia del contencioso, el caso refleja la necesidad de tratar este asunto con la seriedad que merece. Calvo rechazó que la denuncia tenga relación con una supuesta “campaña sindical” liderada por el SIPLA, el sindicato policial al que pertenece el agente.
Por su parte, Luis Tuero, abogado del alcalde, contextualizó la situación aludiendo a los problemas que enfrentó la Policía Local en 2019. Según Tuero, en aquel entonces, “no había calendario de servicios, no se respetaban las leyes del Estado en materia de horas extras, y el descontrol era evidente”. “El Ayuntamiento respetó siempre las particularidades médicas de este agente. Nunca se le obligó a hacer turnos nocturnos, y su turno diurno fue adaptado según las indicaciones médicas. Lo que ocurre es que esta denuncia forma parte de una campaña sistemática contra el alcalde. No es un caso aislado; estamos hablando de más de 15 denuncias penales siempre de las mismas personas y siempre con el mismo trasfondo”, señaló Tuero.
Ángel García no dudó en expresar su indignación por lo que considera una “judicialización de la vida política”. “Desde 2019, mi obligación ha sido exigir que los empleados públicos cumplan con su trabajo, que vengan a trabajar y que respeten a los vecinos que pagan sus sueldos. Eso es lo que hice cuando en 2019 descubrí el descontrol absoluto en la Policía Local, y desde entonces he tenido que enfrentar 15 denuncias por lo penal. Y pueden estar todos tranquilos, porque no necesito tiempo de reflexión. Llevo 15 denuncias y no necesito reflexión para saber que estoy haciendo lo correcto”.
El alcalde criticó también que, mientras él debe asumir los costos de su defensa legal y arriesgar su puesto, los denunciantes cuentan con abogados del sindicato sin consecuencias personales si pierden. “Yo me tengo que pagar mi abogado, si pierdo me juego el puesto, pero ellos en contra tienen el abogado gratuito del sindicato, justicia gratuita, que eso es lo que pagamos los impuestos para este tipo de cosas, y si pierden no les pasa nada”, expresó. Además, mencionó directamente al denunciante. “El problema es que este señor, que por cierto, voy a decir el nombre, porque también hay que saber quién me denuncia, se llama Ignacio Martínez Rodríguez, es un agente de la policía que es el que pueden ver que está a la puerta del Ayuntamiento normalmente. Nunca hizo noches ni turnos, pero cobraba como si los hiciera, ni se ponía el uniforme. Cuando le dijimos que tenía que cumplir con el trabajo, eso fue considerado acoso”. García insistió en que los turnos se adaptaron a las prescripciones médicas del agente, asignándole un horario diurno exclusivo. “No sé si los ciudadanos que trabajan turnos consideran que eso es acoso, pero según este señor, sí lo es”, ironizó.
Al final de sus declaraciones, García protagonizó un momento curioso cuando regaló a su abogado un pequeño muñeco de un pitufo con la inscripción “Bienvenido a Lugones”. Luis Tuero, entre risas, comentó: “Lo guardaré en una vitrina”. El alcalde también aprovechó para dedicar una canción a sus detractores, ‘El Grito’, de Izal. “Hoy me siento como dice esa canción: grito al silencio, el grito me da libertad y me concede la paz. Y voy a seguir adelante, porque esto solo me da más fuerzas para hacer lo que considero correcto”. En esta línea, añadió que “a mí lo que esto me ratifica es en mis ganas, en mi convencimiento, en mi ideología de que hay que luchar y trabajar por hacer lo mejor posible y para que nuestras administraciones den respuesta a los ciudadanos. Que la política sea útil, que las cosas vayan mejorando y que a esas personas, que pagamos con los impuestos de todos y que mucho dinero que nos cuestan, que les exijamos. Que quien no cumple, que cumpla, aunque nos denuncie, aunque sea lo desagradable, aunque sea lo difícil, pero es nuestra obligación y yo lo voy a seguir haciendo siempre, hasta el último segundo”.
El caso pone de manifiesto las tensiones existentes entre el Ayuntamiento de Siero y la Policía Local, así como las complejidades de gestionar los servicios públicos en un contexto de crecientes judicializaciones. Para Ángel García, estas denuncias son un intento de “desestabilizar la política municipal”, mientras que para el agente denunciante y su abogado, representan la lucha por el respeto a la salud y las condiciones laborales. Ambas partes esperan ahora la resolución judicial, aunque todo apunta a que el conflicto seguirá generando debate dentro y fuera de los juzgados.