El encuentro ante el Fenerbahce en el Príncipe Felipe dejó, dejando la lógica derrota a un lado, varias conclusiones positivas y una noticia cuanto menos preocupante. Porque, aunque todavía no ha trascendido la trascendencia de la dolencia en la rodilla de Markeisha Gatling, solo imaginar una posible lesión de la pívot abre en el equipo aragonés asusta por su complicada sustitución en la cancha y confirmaría uno de los problemas que se podían advertir analizando la configuración de la plantilla: si Gatling coge un catarro, el Casademont Zaragoza puede pasar mucho frío.

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