Por si la lucha contra la avispa asiática (Vespa velutina) no era suficiente, acaba de confirmarse la presencia en España de una nueva especie invasora, aún más peligrosa: Vespa soror, conocido por su agresividad y depredación de insectos y pequeños vertebrados, lo que plantea una nueva preocupación por los posibles impactos en los ecosistemas locales, la apicultura e incluso sobre la salud humana.
Un estudio de monitoreo ecológico realizado por científicos de la Universidad de Oviedo y financiado por el Principado de Asturias y el Ministerio de Ciencia e Innovación ha confirmado la primera aparición en Europa de esta especie. Los investigadores han identificado su presencia mediante caracterizaciones morfológicas y pruebas genéticas. No hay duda, ha llegado a España; en concreto, a Asturias.
Una de las primeras propuestas de los investigadores ha sido que proponer un nombre común en español para esta especie, con el fin de facilitar su identificación por parte de la ciudadanía y que se reporte su presencia si se observa algún ejemplar. Su propuesta: ‘avispón sóror’. La traducción de su nombre común en inglés sería ‘avispón gigante del sur’.
El género Vespa, al que pertenecen tanto la avispa asiática como el avispón gigante del sur, agrupa a varios avispones de comportamiento eusocial (con muy alta organización social), la mayoría de los cuales son endémicos de Asia.
La globalización y el transporte involuntario han facilitado la introducción de especies exóticas en nuevos territorios, un fenómeno que, en el caso de la Vespa velutina, conocida también como avispa asesina, ha provocado impactos significativos en la biodiversidad y en sectores como la apicultura.
Esta nueva investigación señala que la presencia de Vespa soror en el norte de España, donde la avispa asiática ya es una especie invasora, podría agravar los problemas ambientales y sanitarios actuales.
De polizón desde Asia
Los autores del estudio consideran «probable» que el ejemplar de esta especie hallado en Asturias haya llegado como polizón en contenedores de transporte desde alguna de las regiones asiáticas donde es nativa.
La facilidad de transporte de estos insectos se debe, en parte, a que las reinas fertilizadas suelen hibernar en espacios ocultos, como los contenedores, que son fácilmente transportados sin ser detectados, apuntan los expertos.
El avispón gigante del sur es una de las especies más grandes de su género y comparte una morfología similar al avispón gigante del norte (Vespa mandarinia). Este último es conocido por su depredación de colmenas de abejas y ha sido detectado previamente en América del Norte.
Las obreras de Vespa soror pueden alcanzar los 35 milímetros de longitud, y las reinas, hasta 46; mientras que en el caso de las abejas comunes las obreras y los zánganos no superan los 10 milímetros, y las reinas los 20, como máximo.
Uno de los aspectos que caracteriza a la Vespa soror, es el tamaño de la gena (el espacio que tienen detrás de los ojos), mucho más ancho que el resto del género Vespa en general.
Aunque no existen registros de poblaciones establecidas de Vespa soror fuera de Asia, sí se encontró una reina de esta especie en Vancouver, Canadá, en el año 2019, lo cual ya sugería su potencial invasivo.
El temor suscitado por aquel hallazgo se traslada ahora a España, con este nuevo descubrimiento. Sobre todo porque la introducción y supervivencia de los avispones invasores en nuevos entornos depende de varios factores, que se dan en Europa; entre ellos, las condiciones ambientales favorables y la capacidad de las reinas para establecer nuevas colonias.
En el caso de la Vespa velutina, se ha observado en Europa que incluso una sola reina puede bastar para crear una colonia estable, lo que subraya el riesgo que representa la llegada de esta nueva especie invasora.
Naturaleza depredadora
Una de las mayores preocupaciones relacionadas con la Vespa soror es su naturaleza depredadora. Esta especie no solo se alimenta de otros insectos, sino que también puede cazar pequeños vertebrados, lo cual puede alterar de manera significativa los ecosistemas locales.
En la apicultura, la presencia de estos avispones suele llevar a la disminución de las poblaciones de abejas, que ya se encuentran en una situación vulnerable debido a factores como el cambio climático, los pesticidas y otras especies invasoras, como la velutina.
«La Vespa soror representa una amenaza potencial no solo para las abejas y otros insectos polinizadores, sino también para los pequeños vertebrados», alertan los autores del estudio. Este impacto podría afectar a la producción agrícola, ya que la polinización de cultivos es esencial para mantener la biodiversidad y los sistemas alimentarios.
Investigaciones anteriores mostraron que la Vespa soror que visita una colmena de abejas frota su abdomen cerca de su entrada. Se cree que deja así una señal química a otras avispas para reclutarlas para un ataque grupal a la colmena.
El hallazgo de esta especie en Asturias se produce en un momento crítico para su gestión, pues aún es posible implementar un plan de respuesta rápida para localizar y erradicar los nidos, evitando su propagación y la consolidación de la especie.
«Es crucial que se desarrollen estrategias de monitoreo y control efectivas para evitar que esta especie invasora se establezca permanentemente en la región», advierten los expertos.
La irrupción de Vespa soror en Europa subraya los desafíos ambientales que enfrenta el continente debido a la globalización. La experiencia con la avispa asiática sugiere que los esfuerzos para impedir su proliferación deben ser «constantes y coordinados. Hay que actuar ya«, subrayan los expertos.
Añaden que la aplicación de un plan de respuesta temprana, junto con la educación, la información y sensibilización de la población, resultarán determinantes para proteger la biodiversidad, la apicultura y la seguridad de la población.
Informe de referencia: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/ece3.70502
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