Las luces y las sombras de la vida cotidiana se incrementan dramáticamente ante una catástrofe. Con su magistral capacidad para crear narrativas, Sigmund Freud expuso ante nuestras miradas el dualismo entre el Eros y el Thanatos, esa lucha continua entre dos fuerzas enfrentadas. Las pulsiones de vida, de autoconservación, frente a aquellas que nos arrastran hacia la agresividad y la destrucción.

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