La llegada del frío conlleva el inicio del debate de cada invierno entre miles de vecinos y ciudadanos: regular el termostato sin dejarse la cartera ni comprometer el estado de salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere una calefacción de más 18 grados centígrados, algo que algunos expertos lo consideran una cifra muy insuficiente orientación para garantizar la salud y el bienestar. Pero, ¿qué mantienen los expertos sobre esa cifra y cómo puedes hacer un menor consumo? Analizamos cuál es la temperatura ideal para optimar costes y obtener una temperatura perfecta.

La temperatura ideal de la calefacción según los expertos

Si bien la OMS argumenta que la temperatura 18 grados centígrados representa una temperatura «equilibrada y segura» desde el punto de vista de la eficiencia energética, muchos especialistas indican que es insuficiente, especialmente para personas mayores o para aquellas que viven en viviendas con poca o nula capacidad de aislamiento. Thomas Balogun, experto en bienestar inmobiliario, sostiene que el termostato debería ajustarse a 20 grados centígrados cuando la gente está en casa y luego bajarse a 15-16 grados centígrados cuando está vacío, ahorro en el consumo de energía que no disminuye el bienestar.

Por su parte, Matthew Sheeran, especialista en eficiencia energética, sostiene que el hogar debería estar entre 18 y 21 grados centígrados, una temperatura que proporciona confort y, además, es una buena estrategia para controlar el gasto energético, que hoy en día se ha convertido en un aspecto clave en un contexto de facturas excesivas.

¿Por qué no basta con 18 grados centígrados?

La temperatura fría en el hogar puede tener consecuencias muy perjudiciales para la salud. Las personas de edad avanzada o aquéllas que habitan en un tipo de vivienda poco apropiado constituyen un grupo de especial riesgo que podría padecer enfermedades respiratorias, así como todo tipo de complicaciones relacionadas con el frío. Por lo cual tener una temperatura de más de 18 grados centígrados sería mucho más apropiado para proteger a los que se encuentran en mayor riesgo.

Ahorrar sin pasar frío: trucos para optimizar la calefacción

Aparte de seleccionar la temperatura indicada, hay otros métodos para lograr un menor consumo energético; un dato que no puedes dejar de conocer es que cada grado que subes en el termostato significa una subida del 7%, porcentaje para una vivienda de 90 metros cuadrados, seis euros más cara al mes, en el consumo energético.

Ajusta la calefacción según tus rutinas

Según Selectra, presionar la reducción de la temperatura en un par de grados por la noche o apagar el termostato una hora antes de irse a dormir puede permitir ahorrar hasta un 25%. Asimismo, si se va a estar fuera de casa más de dos horas, también es conveniente bajar el termostato alrededor de 4 grados centígrados.

Pequeños gestos que hacen la diferencia

Aparte de controlar la temperatura, no dejes de aplicar estos consejos prácticos para ahorrar:

  • Emplea bombillas LED que gastan hasta un 80 % menos que las tradicionales.
  • Saca el máximo partido a la luz natural durante el día.
  • Invierte en electrodomésticos eficientes: los etiquetados con clase energética A+ y superiores.
  • Revisa el termostato de tu frigorífico y sácale el máximo partido.

Así, no solo cuidas tu dinero, sino también el planeta. Ajustar el termostato y poner en práctica pequeñas pautas de comportamiento pueden suponer mucho este invierno.

Durante el invierno y los días más fríos, sigue estos consejos para optimizar, tanto la factura como el calor de tu hogar, para lograr un equilibrio perfecto y puedas disfrutar del calor de tu casa sin preocupaciones ni sustos en las facturas de los suministros. Y recuerda que para aumentar el calor, siempre puedes echar mano de otros recursos mas económicos para salas específicas.

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