Han pasado varios años desde que Ömer terminó el colegio. Ahora él y Süsen estudian y trabajan y
por fin han conseguido comprarse la casa de sus sueños.
Emel, que ya
es toda una adolescente, se irá a vivir con ellos, pero antes los hermanos Eren
deben despedirse del que ha sido su hogar desde que perdieron a sus padres.
Un lugar
dónde han vivido momentos muy felices, pero también en el que han vivido las
pérdidas más dolorosas al tener que despedirse para siempre de Kadir y Asiye.
Al mudarse a
la nueva casa, Ömer y Emel van a
despedirse de su casa con mucha pena, aunque con la satisfacción de que por fin
han conseguido el sueño de una vida mejor.
“Toda nuestra vida estaba metida en este
gallinero” dice Ömer, sin poder reprimir sus lágrimas, mientras
recuerda con su hermana el día que pisaron por primera vez ese lugar que
después se convirtió en su hogar.
Allí, aprendieron a sobrevivir en un mundo que no le
ponía las cosas fáciles a cuatro hermanos que tuvieron que hacerse fuertes y
que descubrieron la importancia del valor de la familia.
Ambos recuerdan otros momentos mientras recogen las
últimas cosas de ese gallinero que siempre formará parte de su memoria. También
una foto de toda la familia al completo y que ahora estará presente en su nueva
casa.
“¿Lista para una nueva vida?”, le
dice Ömer a Emel mientras juntos cierran la puerta del hogar que
le vio crecer justo antes de empezar una nueva etapa en la que les deseamos
toda la suerte del mundo.