«Nosotros no vemos por culpa de que el Ayuntamiento no escucha». Los vecinos de la urbanización del Brañillín, en la estación invernal de Valgrande-Pajares, resumen así un problema que el complejo arrastra desde hace años. La deficiente iluminación en el entorno de la estación lenense ha obligado a intervenir al Defensor del Pueblo. Este organismo ha mandado un escrito al Ayuntamiento para que «proceda a la instalación del servicio de alumbrado público en las calles del barrio». Ante el silencio de la administración local, la institución ha vuelto a dirigirse a la misma para recordarle que «el alumbrado público es un servicio que debe ser atendido con carácter obligatorio por los municipios y, por tanto, su instalación es competencia obligatoria del Ayuntamiento de Lena».
Los vecinos de la estación de Valgrande-Pajares están cansados de utilizar las linternas de sus teléfonos móviles para deambular por el equipamiento en cuanto anochece. «Las administraciones, y en especial el Ayuntamiento, han desatendido sus obligaciones. La dejadez ha llegado a unos límites inaceptables», apunta Manuel Penche, presidente de la comunidad vecinal. «Nosotros pagamos impuestos y requerimos de unos servicios mínimos», añade. La comunidad calcula que en aproximadamente doce años han abonado al Ayuntamiento un millón de euros a través de los diferentes impuestos y tasas municipales.
Los propietarios subrayan que la urbanización subsiste sin apenas inversiones y labores de mantenimiento debido a la apatía del Ayuntamiento a la hora de cubrir las necesidades del enclave. Perciben que el problema radica principalmente en que muy pocas de las más de 270 familias que cuentan con un apartamento en el Brañillín están censadas en el concejo. El Defensor del Pueblo ha salido en defensa de los vecinos. Ángel Gabilondo destaca que ha intentado obtener del Ayuntamiento una reacción administrativa, al tiempo, dice el exministro, que ha buscado persuadirle de un mejor funcionamiento, pero «se requiere un mínimo de colaboración que no se ha logrado en este caso». En consecuencia, «las sugerencias formuladas se entienden rechazadas y así se informará a las Cortes Generales».
La estación invernal de Valgrande-Pajares está inmersa en un proceso de transformación que contempla una inversión final de 10 millones de euros. A la espera de que el complejo deportivo lenense aborde la segunda fase del ambicioso proyecto de modernización, en el interior de la estación late un problema que afecta a sus propias entrañas. La urbanización del Brañillín mantiene desde hace tiempo un sostenido pulso con el Ayuntamiento de Lena para dotar a este espacio residencial de una red de saneamiento. Los vecinos, ante lo que consideran un grave problema ambiental, exigen una actuación que corrija de manera definitiva lo que califican como una «imagen lamentable» para la estación.
A nivel político tanto PP como Vox y se han posicionado a favor de los vecinos. El diputado regional del PP y portavoz de Deporte, Pedro de Rueda, exigió hace unos días al Gobierno regional y al Ayuntamiento de Lena que «dejen de pasarse la pelota» y se ponga por fin solución a los problemas de iluminación, saneamiento, basuras y mantenimiento en general de la urbanización de Brañillín. «Los propietarios llevan años esperando por una solución a sus problemas», agregó.
El diputado de Vox Javier Jové también se reunió con representantes vecinales de la urbanización, situada a pocos metros de León. Denuncia «la situación de abandono en que se encuentra la estación de Pajares». Puntualiza que «una estación invernal es más que simplemente el estado de los remontes y, en este caso, hay un problema enorme en todo lo que es la urbanización». Para Jové, «también es muy preocupante la situación en la que se encuentran los accesos a la propia estación de Pajares, con una carretera que no tiene la pintura que señaliza la división entre ambos carriles y tampoco hay balizas laterales para señalar los límites en caso de nieve, con lo cual el acceso resulta muy complicado y peligroso».
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