Cada 19 de noviembre, Naciones Unidas celebra el Día Mundial del Saneamiento para destacar la relevancia de los sistemas de saneamiento como garantía de salubridad, prevención de enfermedades y protección de los recursos hídricos. Este día, también conocido como el “Día Mundial del Retrete”, está alineado con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) nº6: “Agua y saneamiento seguros para todos” antes de 2030.

A pesar de los avances, la meta aún parece distante. Según datos de la OMS y UNICEF, más de 3.500 millones de personas carecen de acceso a un retrete seguro y 2.200 millones no tienen agua potable. Además, el cambio climático amenaza con agravar esta crisis, afectando la disponibilidad de agua y dañando infraestructuras esenciales en todo el mundo.

El reto de España ante fenómenos meteorológicos extremos

España, con unos servicios de agua urbana bien desarrollados, se enfrenta a desafíos específicos relacionados con el cambio climático. Las lluvias torrenciales que han afectado a Valencia y otras localidades recientemente, así como las sequías prolongadas en diversas regiones del país, han puesto de manifiesto la urgencia de invertir en infraestructuras más resilientes.

Ante estos fenómenos meteorológicos extremos, es imprescindible trabajar tres líneas estratégicas:

  1. Recogida y tratamiento de aguas residuales: Garantizar que el agua usada no se convierta en un problema ambiental, sino en un recurso regenerable.
  2. Regeneración de agua: Impulsar proyectos que permitan reutilizar las aguas residuales para usos agrícolas, industriales y urbanos.
  3. Renovación de infraestructuras: Diseñar y construir sistemas adaptados a las nuevas realidades climáticas, capaces de soportar lluvias torrenciales y períodos de sequía sin fallos operativos.

La colaboración público-privada será esencial para avanzar en estas líneas estratégicas, no solo para cumplir con las normativas europeas, sino para proteger a las comunidades de los impactos más severos del cambio climático.

Empresas como Agbar, parte del grupo Veolia, lideran iniciativas en España para transformar el modelo de gestión del agua. A través de soluciones innovadoras, la compañía ha logrado integrar la sostenibilidad, la digitalización y la economía circular en el ciclo del agua.

El modelo de ecofactorías



Ecofactoría BioSur de Granada

Agbar está transformando las depuradoras tradicionales en ecofactorías, instalaciones diseñadas para regenerar aguas residuales y devolverlas al medio ambiente en las mejores condiciones o reutilizarlas en nuevas actividades humanas. Este modelo ofrece múltiples beneficios:

  • Generación de recursos como abono o materiales de construcción a partir de residuos.
  • Producción de energías renovables para el autoabastecimiento de las plantas.
  • Regeneración de agua para usos agrícolas, urbanos o industriales, especialmente valiosa en tiempos de escasez hídrica.

Proyectos del grupo como la ecofactoría BioSur en Granada o la del Baix Llobregat en Barcelona son referentes internacionales reconocidos por Naciones Unidas. Estas instalaciones no solo reducen el impacto ambiental, sino que también contribuyen a la lucha contra el cambio climático.

La digitalización como herramienta clave

La digitalización desempeña un papel fundamental en la modernización de los sistemas de saneamiento. Agbar ha integrado sensores, automatización e inteligencia artificial para optimizar el rendimiento de las infraestructuras y anticiparse a incidentes.

Estas tecnologías permitirían avanzar en los siguientes ámbitos:

  • Detectar y solucionar problemas como atascos o fugas antes de que causen daños mayores.
  • Gestionar con precisión las redes de saneamiento durante lluvias torrenciales.
  • Mejorar la eficiencia energética y operativa, reduciendo costes y emisiones de carbono.

Con estas herramientas, las ciudades pueden prepararse mejor para los retos climáticos del futuro, minimizando los riesgos para la ciudadanía y el medioambiente.

La responsabilidad de la ciudadanía

A pesar de los avances tecnológicos, el buen funcionamiento del sistema de saneamiento también depende de la acción individual. Es de vital importancia evitar tirar al inodoro residuos que puedan generar atascos y contaminar nuestros ríos y mares. 

Pequeños cambios en nuestras rutinas, como desechar estos materiales de forma adecuada, pueden marcar una gran diferencia en la sostenibilidad del sistema de saneamiento.

Los residuos que no deberían acabar en el inodoro –colillas, toallitas húmedas, tampones, pañales, aceites y hasta medicamentos– son los principales responsables de atascos en las redes de saneamiento


Hacia un futuro sostenible

El Día Mundial del Saneamiento es un recordatorio de que el acceso a agua y saneamiento de calidad es un derecho fundamental y un pilar del desarrollo sostenible. En España, las recientes lluvias torrenciales y sequías subrayan la necesidad de infraestructuras adaptadas a los retos climáticos.

Empresas como Agbar demuestran que es posible combinar innovación tecnológica, sostenibilidad y economía circular para transformar el modelo de gestión del agua. Desde la implementación de ecofactorías hasta la digitalización de las redes de saneamiento, cada avance contribuye a construir un futuro más resiliente y equitativo.

En un mundo cada vez más vulnerable a los impactos del cambio climático, invertir en soluciones innovadoras y fomentar la acción conjunta entre gobiernos, empresas y ciudadanía es la única manera de garantizar un acceso equitativo y sostenible al agua para las generaciones futuras.

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