Cada vez que Occidente da un paso adelante en el apoyo militar a Ucrania, Rusia responde elevando la retórica nuclear. Ocurrió el  27 de febrero de 2022, tres días después de que comenzara la invasión a gran escala. Vladímir Putin ordenó a su Estado Mayor poner en estado de “alerta máxima” el sistema de misiles nucleares rusos. Las fotos del encuentro y el mensaje se publicitaron al máximo. El Kremlin advertía así a los aliados de Kiev de que estaba dispuesto a todo por conquistar el país. Volvió a ocurrir el 13 de marzo de este año. El dirigente ruso dijo públicamente que Moscú «está preparado desde el punto de vista técnico» para una guerra nuclear.  

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