A pesar de formar parte del fenómeno del lowcost, que ha explotado en los últimos años, Finetwork no está interesada en continuar con la guerra de precios que están librando las empresas de telecomunicaciones, que en las últimas semanas se ha recrudecido con el lanzamiento de tarifas cada vez más bajas. Así lo ha explicado este lunes el CEO de la operadora, Óscar Vilda, que ha repasado la actualidad de la compañía en una rueda de prensa. En ella también ha dejado caer que Finetwork, aunque no está en venta, sí vería con buenos ojos una operación que aglutinara a varias ‘telecos’ de un tamaño parecido al suyo bajo una misma marca.
«Hay operadores con tarifas muy agresivas, que no siempre comunican de forma transparente a los clientes. En nuestro caso tenemos un acuerdo mayorista -con Vodafone- que implica unos costes que tenemos que respetar, pero siempre seremos competitivos en el mercado. Aunque no vamos a ser necesariamente los que tengamos los precios más baratos, si eso implica afectar a la experiencia de nuestros clientes o hacer que la empresa no sea sostenible», declaró Vilda.
Lo cierto es que a principios de verano Finetwork fue la primera en bajar de los 20 euros su oferta de fibra y móvil. Un movimiento que encontró contestación por parte de Vodafone (a través de su filial Lowi) y de Digi, que a mediados de octubre mejoró sus ofertas y lanzó su nueva tarifa de Fibra SMART de 300 Mb por 10 euros al mes, un precio nunca visto en el sector, lo que le hizo recuperar el puesto como la marca más barata del mercado.
Con todo, Vilda recordó que Finetwork se ha comprometido a ofrecer siempre el mismo precio a sus clientes, sin subidas, y afirmó que por el momento no necesitan «tocar mucho más sus tarifas» después de la última actualización de junio: «Hemos visto algunos precios, sobre todo en las últimas semanas, que serían un poco disparatados si se aplicaran a todos los clientes de una compañía, y no solo a los usuarios que tienen una determinada tecnología. Obviamente si el mercado se va para abajo seguiremos siendo competitivos. Pero no seremos nosotros los que tiraremos los precios».
En paralelo, el primer ejecutivo de la empresa ha hablado sobre los rumores que sugieren que la compañía busca comprador: «En 2022 Finetwork exploró el mercado para una posible venta pública, pero ahora mismo nuestras ambiciones no tienen nada que ver con eso. No estamos en un proceso de venta proactiva, pero sí estamos dispuestos a participar en un proceso de consolidación si en un momento dado un determinado fondo de inversión o una compañía quieren crear una nueva marca que aglutine a todas las compañías de nuestro tamaño. Ahí sí estaríamos abiertos a hablar», resumió Vilda.
Aún así, el CEO afirmó que todavía no han mantenido conversaciones con empresas externas en esta línea, pero detalló que los accionistas de la operadora están «muy tranquilos» porque consideran que en un futuro el valor de Finetwork seguirá creciendo si se mantiene la evolución actual, algo que les daría más fuerza a la hora de encarar una operación de este tipo.
En ese sentido, Vilda sacó pecho deslizando que, sin contar a las grandes operadoras, ellos son los más fuertes en cuanto a número de clientes «después de Digi y a falta de que el resto aporten mejores datos». Su estimación, basada en su número de usuarios, fue que Finetwork tiene un valor de mercado de entre 325 y 422 millones de euros, y reiteró que siguen manteniendo un «crecimiento orgánico».
El paso a OMV
Desde 2019, cuando Finetwork comenzó a operar de manera nacional, su expansión ha sido rápida. En 2022 superaron por primera vez la cifra de 100 millones de euros de facturación, y en 2023 consiguieron alcanzar el millón de clientes, una meta que llevaban persiguiendo tiempo. Este año esperan cerrarlo con 1,33 millones de clientes (un 30% más) y unos ingresos de 157 millones de euros (un 24% más). Además, la cifras de portabilidad neta anual rondará los 160.000 nuevos clientes (un 500% más).
Ahora mismo la operadora está inmersa en pleno proceso de cambio de estatus. Hasta el momento actuaba como ‘marca blanca’ de Vodafone, utilizando su red y su estructura comercial. Pero ahora se han convertido en un operador móvil virtual (OMV). De esta manera, ganarán libertad y margen de maniobra (también a la hora de fijar las tarifas), porque aunque continuarán usando la red de Vodafone pasarán a tener código y numeración propia.
«Agradecemos a Vodafone la firma del contrato mayorista, que nos ha permitido convertirnos en una OMV. Con este paso hemos ganado independencia, y podemos disponer de la tecnología 5G en móviles y ampliar nuestra red disponible de fijo a más de 20 millones se hogares. Ahora mismo el 75% de nuestra base de clientes que estaba en Vodafone ya han sido traspasados a Finetwork, y en los diez primeros días de diciembre esperamos haber completado ese proceso. Lo estamos haciendo todo con absoluta transparencia, y sin que afecte a la experiencia de los clientes», recalcó Vilda.