España generará un déficit de 2,74 millones de viviendas hasta el año 2039, teniendo en cuenta la creación de hogares prevista y el número de inmuebles que se construyen al año. Según un informe realizado por la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCE) y la consultora Colliers, esta situación se debe por la entrada masiva de inmigración y a la reducción del tamaño de las familias, en el caso de la demanda, y de la falta de suelo finalista, en el lado de la oferta.
«Estados Unidos tardó siete en llevar un hombre a la luna. España tarda el doble en desarrollar un ámbito urbanístico», resumió de forma irónica Mikel Echavarren, presidente y consejero delegado de la firma coautora del estudio, que certifica que la transformación de un suelo desde que deja de estar clasificado como rústico hasta que se convierte en consolidado y listo para edificar es un proceso «complejo y lento». «El tiempo medio necesario para desarrollar nuevos proyectos es de entre diez y quince años, llegando a superar los veinte en algunos casos», añade.
Teniendo en cuenta los visados de obra y la creación neta de hogares, entre 2014 y 2023, España ha acumulado un déficit de 408.000 viviendas. «Esta situación no parece que vaya a mejorar en los próximos lustros, ya que, atendiendo a las proyecciones del INE, la creación de hogares se incrementará en 250.000 unidades al año y el tamaño medio de estos seguirá reduciéndose. Con estas variables, de no buscar alternativas y mantenerse las cifras de producción existentes, en torno a 88.000 nuevas viviendas al año, el déficit aumentará de manera exponencial, alcanzando en 2039 un total superior a los 2,74 millones de unidades», destaca la patronal liderada por Xavier Vilajoana.