La bajada de los tipos de interés de referencia que ha iniciado el Banco Central Europeo (BCE) ante el descenso de la inflación y la debilidad de la economía de la zona euro penalizará los ingresos más básicos de los bancos en los próximos años, pero las entidades esperan compensarlo en buena medida incrementando su volumen de negocio y con los intereses que cobrarán de sus crecientes carteras de deuda pública. CaixaBank, así, ha anunciado este martes que prevé que su rentabilidad sobre el capital tangible sea de más del 16% a cierre de 2027 y superior al 15% de promedio en el periodo 2025-2027.
Se trata de un nivel inferior al 16,9% del pasado septiembre, cuando todavía no se habían notado prácticamente los efectos de las bajadas de tipos que el BCE comenzó en junio, continuó en septiembre y octubre, y prevé continuar en los próximos meses. Pero pese a ser inferior a la actual, la rentabilidad esperada dentro de tres años es todavía elevada respecto a lo que venía siendo habitual desde la Gran Crisis Financiera que estalló en 2008 hasta la crisis inflacionista de 2022. De hecho, es muy superior al 7,2% de rentabilidad que presentaba el banco antes del anterior plan estratégico 2022-2024, en plena era de los tipos de interés negativos.
CaixaBank, así, ha anunciado este martes su nuevo plan estratégico para el periodo 2025-2027, que va a presentar este martes en Madrid el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, junto al director de planificación estratégica y estudios de la entidad, Enric Fernández. Al contrario que hace tres años, no estará en la cita el todavía presidente del banco, José Ignacio Goirigolzarri, quien hace unos días anunció su renuncia voluntaria al cargo. Será sustituido el próximo 1 de enero por Tomàs Muniesa, vicepresidente desde 2018 e histórico directivo del grupo La Caixa.
Al contrario que en el anterior plan estratégico, el banco no ha anunciado una cantidad con la que espera remunerar a sus accionistas vía dividendos y recompra y amortización de acciones (una operativa que aumenta el valor de los títulos sobrevivientes) en el conjunto del perioro entre 2025 y 2027. Hace tres años anunció 9.000 millones de euros, que el pasado febrero elevó a 12.000 gracias a la buena evolución del negocio por los tipos (cerca de 9.500 millones ya los ha desembolsado o comprometidos y el resto a anunciar en los próximos meses).
Mejor de lo esperado
CaixaBank ha superado sobradamente los objetivos del anterior plan 2022-2024, en buena medida porque cuando lo presentó se esperaba que el euríbor subiera en el trienio hasta rondar el 2%, pero finalmente llegó a superar el 4% debido a que la inflación subió mucho más de lo esperado y el BCE tuvo que actuar en consecuencia. El banco, así, preveía mejorar su rentabilidad por encima del 12% y ha llegado al 17%, al tiempo que confiaba en mejorar su eficiencia (relación entre ingresos y gastos, mejor cuando más baja) por debajo del 48% y la ha bajado al 39,2%. Todo ello le permitió elevar su previsión de retribución a los accionistas hasta los 12.000 millones de euros el pasado febrero, desde los 9.000 millones anunciados inicialmente.
El plan estratégico de CaixaBank está en línea con lo esperado por muchos analistas. «Tras haber atravesado un período intenso de consolidación inorgánica (fusiones) durante la última década, creemos que la empresa operará a escala máxima, es decir, con una cuota de mercado del 25%. Creemos que, a partir de ahora, la narrativa se centrará en el crecimiento orgánico, la rentabilidad sostenible y los retornos de capital atractivos y constantes, con pocas distracciones en el camino y un riesgo a la baja limitado», indicaron hace unos días los analistas de Jefferies.