La sospecha de una acción de sabotaje contra una infraestructura, en este caso un cable submarino de telecomunicaciones entre Alemania y Finlandia, ha derivado en una investigación compartida por Berlín y Helsinki. Para el ministro alemán de Defensa, el socialdemócrata Boris Pistorius, no es posible atribuir los daños detectados el lunes a un accidente. Todo apunta a una «acción híbrida» o a un «sabotaje», afirmó el ministro, en un aparte con los medios desde Bruselas. Los cables no pudieron «cortarse sin querer» ni tampoco es creíble imaginar que los daños los causaran «casualmente» anclas de barcos que naveguen por esas aguas.

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