Médico de familia, la serie dirigida y protagonizada por Emilio Aragón entre 1995 y 1999, se coló en todos los hogares españoles emitida por Telecinco. Con el propio Aragón como doctor de cabecera, Lydia Bosch como su esposa, Luisa Martín como la empleada del hogar llamada Juani o el ya desaparecido Pedro Peña en el papel de abuelo. Este último utilizaba siempre una frase para dirigirse a su nieto cinematográfico («Chechu, hijo…»), que aún hoy día se utiliza a veces como muletilla.
«Alguno de mis amigos todavía me llama Chechu», reconoce hoy entre risas Aarón Guerrero (Madrid, 1986). Un actor que empezó en la serie cuando apenas tenía 9 años y que, dada la popularidad de la serie, se convirtió de algún modo en ‘el hijo de España’. Tras aquella experiencia, Guerrero se enroló en el elenco de actores que actuaron en Ana y los siete, protagonizada por Ana Obregón. Y, a partir de ahí, se apartó de los focos.
El de Guerrero es uno de esos casos, similar al de Miguel Ángel Garzón (el hijo mayor de Concha Cuetos y Carlos Larrañaga en la exitosa Farmacia de guardia de Antonio Mercero), que deja el mundo de la interpretación de un día para otro, cuando se encuentra prácticamente en la cresta de la ola, y no vuelve a aparecer en la esfera pública. ¿A qué se dedica ahora el bueno de Chechu?
Desde pequeño
El Periódico de España lo ha localizado en uno de los tres restaurantes que regenta en Madrid. Dos de ellos, de nombre La tía Feli, trabajan la comida tradicional madrileña y andaluza. Uno está en Chamartín y el otro en Chamberí. Tiene un tercero, llamado El Bacaro de Fabio, que es un italiano ubicado en La Latina; está especializado en comida veneciana y su salsa carbonara es de las más famosas de Madrid. Un cambio de tercio radical para alguien que pasó su infancia y adolescencia frente a las cámaras.
«¿Que de dónde me viene mi afición por la hostelería? No sé, desde siempre quise tener un restaurante. Y no es algo que me venga de familia, en mi casa nadie se dedicaba a eso. Pero desde pequeño me atrajo el mundo de la hostelería. Me implico en los locales. A día de hoy sigo formando parte de la elaboración de las cartas en La Tía Feli. En El Bacaro se lo dejo todo a Fabio Gasparini, el chef, que para eso tiene una gran trayectoria y es un profesional espectacular».
«Cuando acabé ‘Médico de familia’, hice ‘Ana y los siete’, pero luego cambié de vida y me metí de lleno en el mundo de la hostelería», nos explica. Tras un breve tiempo sin ofertas televisivas, decidió no esperar más y dar varios pasos adelante. Por un lado, se metió de lleno en los restaurantes. Por la otra, el pequeño Chechu creció, se casó con su actual esposa, Salomé, y fue padre de un niño que se llama Beltrán y ahora tiene seis años. Chechu, de ‘Médico de familia’, ya es ‘padre de familia’ en la vida real.
De beber
Ahora ha dado un nuevo paso en su carrera lejos de los focos y cerca de los platos. Igual que otros famosos como Andrés Iniesta, Joan Manuel Serrat o Lluis Llach, se ha metido de lleno en el negocio de los vinos. Tiene dos en proceso. Uno de ellos es blanco, se hace en Extremadura y ya está en marcha. El otro, el tinto, será un Rioja que se encuentra en una fase embrionaria y tendrá que esperar un poco más.
La pasión por la hostelería le llegó de forma espontánea, sin que hubiese antecedentes familiares en el sector. ¿Y la del vino? ¿De dónde le viene?: «Pues de bebérmelo [risas]. No, en serio, me gustaba el vino y durante este tiempo he estudiado sumillería con el prestigioso sumiller Félix Lanz; por afición y para prepararme para esto». Una relación que empezó «como un hobby», pero que se ha acabado convirtiendo en un proyecto profesional totalmente vinculado al de la hostelería.
«De momento ya hemos sacado un primer vino, que es blanco y se llama Cayetana. El nombre viene del de la variedad de una uva blanca que es autóctona de la ribera del Guadiana (en la provincia de Badajoz) y es la que empleamos para hacer ese vino». Aunque también hay algunos cultivos de ese tipo de uva en Cáceres y Huelva, los campos en los que crece la uva destinada a este vino están ubicados en la localidad pacense de Almendralejo.
El siguiente
No será el único. Actualmente ya se encuentra en marcha el proyecto de dotar a la marca de un vino tinto. «En ese caso será un Rioja, porque se hace en la parte de la Rioja alavesa», explica. Las uvas utilizadas para ello serán «un 85% variedad tempranillo y el 15% restante será garnacha».
A pesar de que este tinto no tendrá trazas de uva cayetana, su nombre comercial «será Cayetana Tinto», adelanta. El blanco, que tiene un precio de unos 8 euros, ya se puede probar en cualquiera de sus restaurantes. El tinto tendrá que esperar, pero podría estar listo a principios de 2025, para después de las fiestas navideñas.
¿Y regresar a las pantallas? A día de hoy, Aarón no se lo plantea… pero tampoco lo descarta. «Me siento cómodo delante de las cámaras. Cuando me han hecho alguna entrevista en la tele, me he sentido a gusto. La verdad es que, cuando uno ha estado interpretando tanto tiempo, no se le pasa el gusanillo», confiesa.
Ya estuvo formando parte de un ‘talent show’ en la tele que se llamaba Mira quién salta y consistía en reunir a un puñado de famosos que saltaban desde un trampolín a la piscina. «Me lo pasé genial. Y también he recibido alguna oferta para participar en algún reality, pero la verdad es que eso no me interesa. Si regreso, será para hacer alguna serie o película», adelanta.
Guerrero explica que sigue manteniendo relación con sus compañeros de ‘Médico de familia’ y de ‘Ana y los siete’. «Tengo un grupo de WhatsApp con los compañeros de cada una de esas serie«. Pero, de momento, su principal proyecto se llama Cayetana y acaba de nacer.