La compra de viviendas se está reactivando en Balears, aunque la debilidad de las cifras registradas durante la primera parte del año hace que el balance respecto a 2023 siga siendo negativo, según se desprende de los datos facilitados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según pone de relieve el presidente del colegio oficial de agentes de la propiedad inmobiliaria de las islas, José Miguel Artieda, este nuevo impulso coincide con un momento en el que el aumento en los precios tiende a moderarse.
Los datos facilitados por el INE reflejan que durante los nueve primeros meses de este año se han adquirido en las islas 10.025 viviendas, claramente por debajo de las 11.010 del mismo periodo de 2023, lo que supone un recorte nada despreciable que roza el 9%. Sin embargo, el dato de septiembre muestra un aumento interanual del 18,5%, con 1.281 inmuebles comercializados. En ambos casos, son las residencias de segunda mano las que adquieren el mayor protagonismo del mercado inmobiliario del archipiélago, ya que suponen ocho de cada diez compras.
Más débil que la media estatal
Hay que señalar que este repunte de septiembre es uno de los más moderados de España (solo Navarra queda por detrás, con un alza del 18%) muy lejos del incremento medio de España durante ese mes (41,5%) y de las autonomías con las tasas más altas, como Extremadura (79,3%), el País Vasco (67,4%) o Asturias (57,3%).
Artieda pone en valor que la percepción de su sector es que este impulso de septiembre se está manteniendo durante el último trimestre de este año, con una intensidad que hace posible que la cifra definitiva al cierre de 2024 sea similar a la del conjunto de 2023.
El presidente de los API de las islas hace hincapié en que la subida de precios de este año en el archipiélago se mueve en torno al 6%, dejando atrás las de dos dígitos que se registraron en ejercicios anteriores. «Los propietarios empiezan a asumir que no todo se vende a cualquier precio», insiste.
En su opinión, se trata de una buena noticia, al reconocer que lo que estaba sucediendo dejaba a cada vez menos familias con opciones para acceder a una vivienda. Hay que recordar que incluso en el mercado de superlujo se cuestiona este constante incremento de sus valores, alegando que cada vez son más los extranjeros que tampoco pueden acceder a él o que prefieren desviar su inversión hacia otros destinos del Mediterráneo.
Volver a niveles de 2018
José Miguel Artieda opina que el objetivo del sector en Balears es mantener esta nueva línea de reactivación hasta recuperar los niveles de ventas que se registraban en 2017 y 2018.
Hay que recordar que en el segundo de esos ejercicios se vendieron entre enero y septiembre un total de 12.268 viviendas, según los datos del INE, muy por encima de las 10.025 del mismo periodo del presente año.
Un aspecto que se mantiene es el enorme peso que las residencias usadas han adquirido en el mercado inmobiliario balear, ya que suponen ocho de cada diez adquiridas.
Durante los nueve primeros meses de este año se han comprado en Balears 8.070 inmuebles de segunda mano, frente a los 1.955 de nueva edificación, lo que refleja el desequilibrio existente entre ambas modalidades. Hay que recordar que las nuevas promociones se enfrentan al problema de la escasez de suelo, a lo que se suma que es un producto que está centrado en la clientela de elevado poder adquisitivo.
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