«Más alterados de lo normal», los alumnos de Bachiller y primero de la ESO retomaban esta mañana las clases en el IES Sedaví tras tres semanas de parón por la dana y sus brutales consecuencias en el municipio. Mañana se reincorporarán el resto de alumnos matriculados en este centro y los cerca de 500 estudiantes puedan continuar con el curso escolar «dentro de esta nueva realidad». Lo harán con muchos compañeros nuevos, ya que el instituto acogerá en los próximos días de manera provisional a los escolares del CEIP Vicente Pla, cuyas instalaciones han resultado mucho más dañadas.
Más ajetreado de lo normal, José Miguel, el jefe de estudios supervisa que todos los alumnos tienen las necesidades cubiertas. «Tenéis que decirnos qué material es el que necesitáis», comenta J.M. -como le conocen en el instituto- a los alumnos de bachiller. «Yo necesito una calculadora científica de las de 40 euros», le vacila uno de los alumnos, a lo que el también profesor de historia le contesta «seguramente la tendrás, porque nos están enviando ayuda desde institutos de toda España».
Aparentar normalidad
Aunque intentan aparentar normalidad, nadie olvida lo que ha pasado. De hecho, basta con asomarse a la ventana para comprobar la devastación que todavía es perceptible en el paisaje. «Muchos de nuestros alumnos han perdido material, pero otros han perdido directamente su casa», comenta el docente mientras destaca que los estudiantes «tenían ganas de volver, de reencontrarse con los amigos y de comentar todo lo que han vivido. Estamos todos intentando retomar la normalidad porque nos hacía falta a todos», apunta, aunque admite: «Todavía queda mucho curro por delante».
De hecho, aunque las aulas se han vuelto a llenar de vida, las jornadas se han tenido que readaptar a esta nueva realidad para garantizar la seguridad de los menores. En este sentido, los estudiantes permancen en las aulas durante los tiempos de recreo al haber todavía mobiliario dañado en algunas zonas comunes y personal retirando todavía fango de las zonas de ocio. «Ahora el trabajo se está centrando en habilitar estos espacios para que los alumnos puedan socializar y puedan venir al instituto con toda normalidad», señalan desde el centro.
Un instituto multiusos
La vuelta al cole en tan poco tiempo -teniendo en cuenta la magnitud de los daños en esta localidad de l’Horta Sud- ha sido posible gracias al «trabajo incansable» de voluntarios, personal de Cruz Roja y militares de la UME, subraya el director del IES Sedaví, Héctor Pérez, que destaca que desde el pasado 29 de octubre el centro se reconvirtió en el centro de Emergencias de Sedaví al ser la instalación pública menos dañada, pues todos los locales municipales resultaron gravemente dañados. Así con todo, «toda la parte de abajo quedó inundada, el mobiliario destrozado y el suelo con una capa de barro de unos 8 centímetros».
Durante estas últimas semanas el instituto también albergó un centro de consultas médicas y un punto de suministro de ropa y alimentos. Esos puntos continúan atendiendo a los vecinos, aunque ahora se han trasladado al gimnasio, lo que ha permitido liberar espacios. Así, el personal docente y municipal está trabajando contrarreloj para habilitar todas las aulas y evitar que los alumnos de Sedaví pierdan más días de clase.
«Les acogemos con mucho gusto»
«Lo que estamos haciendo es reubicar a todo el alumnado de este instituto entre el primer y el segundo piso para dejar la planta baja libre y que se puedan instalar ahí los alumnos de primaria del colegio de aquí al lado, que no está todavía en condiciones de atender», señala el director, que aunque confía que los estudiantes del CEIP Vicente Pla puedan incorporarse «en los próximos días», incide que se hará «cuando se completen los trabajos de limpieza exhaustiva que estamos haciendo para que los chavales puedan entrar y empezar con todas las garantía y en condiciones higiénicas».
Pérez destaca que el centro asumirá esta situación «mientras ellos tengan necesidad de hacerlo». En este sentido, insiste: «Aunque sea un pequeño sacrificio de espacio para nosotros, el instituto les acoge con mucho gusto. Igual que también estamos acogiendo por las tardes a los alumnos de la escuela de adultos, que ha quedado arrasada y los alumnos estaban haciendo cursos reglados para sacarse certificados».