La Generalitat Valenciana presidida por el popular Carlos Mazón continúa con su afán acusador y buscando responsabilidades fuera de su Ejecutivo, especialmente en el Gobierno central. En un nuevo episodio de echar balones fuera sobre la gestión de la DANA en la Comunidad Valenciana, el conseller de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, ha afirmado que «el prohibicionismo de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, impide a los ayuntamientos llevar a cabo actuaciones de limpieza en sus cauces y barrancos, lo que minimizaría el riesgo de inundaciones».

«El arrastre y taponamiento de cañas y residuos arrastradas por la corriente dificultaron el paso de agua en diferentes puntos de los cauces, sobre todo en los puentes, lo que contribuyó al desbordamiento«, ha sostenido respecto a la DANA del pasado 29 de octubre.

Barrachina ha señalado en el mismo sentido que «estas situaciones ponen en peligro tanto a las personas como a las infraestructuras», por lo que ha urgido a la Confederación Hidrográfica del Júcar a que permita a los ayuntamientos intervenir en la limpieza de sus barrancos y cauces dentro de sus términos municipales para llevar a cabo la retirada de cañas, palos, maleza y residuos.

«Los responsables municipales deben contar con mayor autonomía para intervenir en la limpieza de estas zonas, especialmente en situaciones de emergencia», ha defendido a través de un comunicado.

En esta línea, ha criticado que «la negativa de la CHJ a autorizar intervenciones preventivas demuestra una desconexión alarmante con la realidad a la que se enfrentan los municipios que, en muchas ocasiones, ni siquiera reciben respuesta». «No podemos permitir que la burocracia deje a nuestros ciudadanos expuestos a peligros», ha recalcado.

Las mentiras de Mazón en Les Corts

Fue este viernes, durante su comparecencia en Les Corts Valencianes, cuando Carlos Mazón reiteró que durante la DANA hubo un «apagón informativo» por parte de la CHJ respecto a la crecida del barranco del Poyo, al tiempo que remarcó que el organismo estatal sí informó sobre la situación de la presa de Forata y «por ese motivo y no otro» se envió la alerta masiva a la población a las 20.11 horas de ese día, cuando había varias localidades anegadas ya por el agua y el barro.

Sobre los avisos de la AEMET, el jefe del Consell afirmó que variaron durante esa mañana y por eso tanto él como la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, dijeron en sendas comparecencias ese día que las lluvias se desplazaban al norte y la alerta era hasta las seis de la tarde.

El “no se informó” de Mazón se ha convertido en un mantra de lo que han llamado “apagón informativo”. Así, aseveró en sede parlamentaria: “Dos horas y media después del último correo sobre la rambla del Poyo, y después de la constitución del CECOPI, la CHJ a las 18.43h se refiere al barranco del Poyo. 1.683 metros cúbicos por segundo son cuatro veces el caudal del Ebro. Si nos pusiéramos en un puente, veríamos pasar 1,7 millones de litros de agua por segundo. La CHJ, presente en el CECOPI, no dijo nada, un simple correo entre otros 214 (…). Pese a este dato brutal, el organismo de Cuenca no avisó del desbordamiento del barranco. Es únicamente la CHJ la que está obligada a facilitar la información de desbordamiento en las cuencas cuando el caudal supere los 25 metros cúbicos. Ya antes, a las 17h, el caudal en el barranco del Poyo ascendió a 325 habiendo obligación de comunicar y, una hora después, se disparó a 1.725 metros cúbicos”.

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