Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como ‘El Pequeño Nicolás’, ha sorprendido a sus seguidores con un relato detallado de su relación con el comisario José Manuel Villarejo, publicada en su newsletter Mrpresident.es.
En un tono distendido y con un toque de humor, Nicolás desmiente cualquier vínculo directo con el polémico comisario, a pesar de que incluso su entorno familiar creyó lo contrario.
“Todo el mundo dice que yo conozco a Villarejo. ¿Por qué? No tengo ni idea. De hecho, nunca lo he visto. Pero si te crees lo que dicen los medios, parece que Villarejo y yo compartimos más cafés que cualquier otra persona”, escribe Francisco Nicolás, dejando clara su postura frente a la persistente asociación entre ambos.
Conocido por su detención en 2014 y las investigaciones sobre su red de contactos y actividades, explica que la narrativa mediática ha afectado incluso a su familia. “La historia es tan surrealista que, hasta mi madre, diez años después de todo este lío, me preguntó si conocía a Villarejo. Ojo, me lo dijo en serio, como si fuera el típico amigo al que hace años no veo, pero que ‘todos’ conocemos. Y yo, con toda la calma, le respondí: ‘Mamá, si no lo he visto en mi vida’. Pero claro, la intoxicación mediática es tan grande que ni mi madre pudo escapar de la confusión. ¡Hasta ella pensaba que lo conocía!”
El Pequeño Nicolás reflexiona sobre cómo su caso, que capturó la atención mediática y provocó un fuerte revuelo, se convirtió en el detonante para el escándalo Villarejo. “Lo más curioso es que, aunque mi nombre y el de Villarejo se han entrelazado en una historia que no tiene sentido, lo que realmente importa es cómo empezó todo: mi caso. El detonante de todo el caso Villarejo fui yo. ¿Quién lo iba a decir?”.
Para cerrar, lanza una serie de preguntas retóricas, invitando a la reflexión sobre la veracidad de las historias que llegan al público: “¿Fue casualidad que a raíz de mi detención explotara el caso Villarejo? ¿O usaron mi detención para poder explotar el caso Villarejo?”.
El mensaje ha vuelto a poner en el foco a uno de los personajes más polémicos de la última década, dejando abierta la reflexión sobre las complejas tramas mediáticas y judiciales en las que estuvo implicado.