Málaga centra toda la atención mediática a partir de este martes, donde el equipo español de Copa Davis empieza su andadura en las finales. Será ante Países Bajos, en busca de las semifinales y sobre todo, de retrasar, como mínimo hasta el viernes, el adiós definitivo de Rafa Nadal.
El tenista balear anunció el pasado 10 de octubre que su carrera pondrá punto y final tras la disputa de la Copa Davis, en la que buscará su sexta Ensaladera particular y la séptima para el equipo español.
No será una tarea nada fácil, empezando por el estreno. El equipo holandés es conocedor que la presión recae al bando español y con Tallon Griekspoor y Botic Van de Zandschulp como uno y dos para los partidos individuales, y una buena pareja de dobles con el especialista Wesley Koolhof, amenazan con aguar de buenas a primeras la gran fiesta que el tenis español tiene preparada para despedir a su gran ídolo.
Pese a ello, David Ferrer, capitán español, cuenta con un plantel de garantías. Carlos Alcaraz, recuperado ya de los problemas que le mermaron en Turín, tendrá la responsabilidad de partir como número uno, mientras que habrá que ver si será Rafa Nadal o Roberto Bautista quien disputará el segundo partido de individuales. De ser el balear, habría que ver luego quién es el elegido para acompañar a Marcel Granollers en el dobles. De ser Bautista el elegido para jugar en individuales, parece claro que será Nadal quien acompañe al catalán.
La incertidumbre sobre el papel del tenista de Manacor es sin duda la gran cuestión que sobrevuela las horas previas al estreno. En los entrenamientos ya en la capital de la Costa del Sol, se ha visto a un Nadal pletórico y sin aparentes dudas físicas. Parecería una calamidad, pues no usarlo este mismo martes ya ante Botic Van de Zandschulp, si no fuera porque su alternativa es ni más ni menos que un Roberto Bautista que sabemos cómo se las gasta cuando se enfunda la equipación del equipo español.
“No seré un problema para el equipo” asumía Rafa en la semana previa a su llegada a Málaga y así lo reafirmó en la rueda de prensa de este lunes. El balear quiere despedirse por todo lo alto, y eso para él pasa por conquistar el título mucho que antes que por jugar. «No vengo a retirarme, vengo a ayudar. Sea desde dentro o desde fuera» así de claro lanzaba el mensaje en la rueda de prensa, quitando además presión a un David Ferrer al que le recae una gran decisión.
Alto nivel
Un título que pasará por superar primeramente a Países Bajos este martes y esperar luego a Alemania o Canadá en las semifinales del viernes. La ausencia de los pilares en ambos bandos, Alexander Zverev y Felix Auger Aliassime respectivamente, parecen allanar un poco el camino de España hasta la final, aunque sin poder confiarse en exceso.
En busca de su séptimo título de Copa Davis en un Palacio de los Deportes José María Martín Carpena que colgó el cartel de ‘Sold Out’ pocas horas después del anuncio de Nadal, la presión, será sin duda el mayor enemigo del equipo español. La ilusión, el empuje vital para conquistar una de las finales con más nivel que se recuerdan en mucho tiempo. La Italia de Jannik Sinner, los Estados Unidos de Taylor Fritz o la Australia de Álex De Miñaur, dan buena prueba de ello.
España asume el reto de conquistar una nueva Ensaladera y a la vez, de brindar el mejor homenaje a un Rafa Nadal que como no podía ser de otra manera, lo hará más sumado que nunca a la causa.
La batalla por la Copa del Mundo del Tenis está servida.