Las últimas 72 horas constatan la fractura total entre la Generalitat Valenciana y el Gobierno de España. No sería una novedad (en la era de la polarización) ni tan siquiera preocupante (dado el contexto político español) de no ser porque se trata de las administraciones llamadas a gestionar la post-emergencia, la reconstrucción que van a necesitar varias comarcas valencianas en cuanto a infraestructuras, tejido económico y humano.
Los reproches cruzados ya son públicos, sonoros e indisimulados. La tregua duró poco, el tiempo que tardó Feijóo, líder nacional del PP, en llegar a València, horas después de la DANA, para defender a Carlos Mazón por la vía de arremeter contra el Gobierno. Estas dos semanas se habían mantenido las críticas en voz baja. Todo ha cambiado los últimos días. Tanto las explicaciones sobre los hechos de Mazón en las Corts como la gestión de la post-emergencia han enfrentado abiertamente a las dos administraciones. Mandos del Ejército, altos funcionarios del estado o ministros ya no disimulan el cabreo con el Goberino autonómico y han salido en tromba. Esate viernes se acentuaron los reproches cruzados.
Ese es el clima en el que Valencia aborda su reconstrucción. El Gobierno de España, a través de Diana Morant, hasta ahora en un disciplinado perfil bajo, ya ha dejado claro que no quieren a Carlos Mazón al frente de unas operaciones que dependerán de los fondos nacionales. La propuesta de la secretaria general del PSPV (y ministra) a la dirección de Feijóo es forzar la sustitución del president por otro diputado de las Corts, al que apoyarían durante una transición de un año, además de aprobar sin contrapartidas los presupuestos para no depender de Vox.
Más allá de la ausencia de Mazón durante la jornada crítica, diferentes ministerios cuestionan el papel del president desde el primer minuto. Este domingo, Óscar Puente, reconocía que las primeras 48 horas el Gobierno se plantea tomar el mando ante una Generalitat que «emite señales de desconcierto». Finalmente, se priorizó la institucionalidad y la operatividad. Pilar Bernabé, delegada del Gobierno, también disparaba tras las críticas matutinas de Mazón, en las que calificó de bulo que hubiera estado incomunicado y defendió que no forma parte del Cecopi: «Aquí todos sabemos lo que hicimos el día 29 de octubre», le respondió la delegada del Gobierno.
El relato de Ribera y Sánchez
El Gobierno, tras la comparecencia de Mazón del viernes y todo el polvo levantado por las acusaciones a Aemet o la Confederación Hidrógráfica del Júcar (CHJ), también quiere fijar su relato. Este miércoles comparece en las Cortes Generales la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, convertida en el centro de las críticas del PP al situarse el foco en la CHJ, que depende de su ministerio. Su equipo ha estado recabando material de la CHJ. El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, también estuvo en València esta semana pasada. Por su parte, Pedro Sánchez anunció ayer que comparecerá en el Congreso el 27 de noviembre. Todos quieren fijar su relato ante la opinión pública.
Cecopi, difícil convivencia
Mientras tanto, el día a día de la post-emergencia avanza en medio de la desconfianza. La palabra que citan fuentes cercanas al Consejo de Ministros es «desesperación», en referencia al supuesto retraso en la toma de decisiones concretas o en las órdenes de la Generalitat, que sigue teniendo el mando, a los ministerios para acometer las tareas de reconstrucción, como el listado con las carreteras donde intervenir que el ministro Puente estaba esperando. No han sentado bien algunas ausencias de Mazón de las reuniones del Cecopi, donde casi siempre hay un ministro o un secretario de estado de manera presencial. O aquel primer sábado en que el presidente valenciano pasó varias horas encerrado con su núcleo duro preparando una intervención, mientras el ministro del Interior esperaba a que se reuniera el Cecopi. Tampoco se entiende la dilación en poner en marcha una estructura interdepartamental (más allá del Cecopi), aunque se prevé que este lunes Mazón ya active la Vicepresidencia de Reconstrucción para coordinar todos los departamentos implicados.
¿31.000 millones para Mazón?
A esa reconstrucción, de hecho, Mazón ha ligado su futuro: «Si no soy capaz de liderar la recuperación, no optaré a la reelección», ha dicho. Es un objetivo, liderar la reconstrucción, difícil de medir. Lo que sí que se pueden medir son los 31.000 millones que reclama que el Gobierno que ponga en sus manos para ejecutar esa reconstrucción. En las Corts deslizó la lentitud en el despliegue de esos fondos. El Gobierno ya ha puesto sobre la mesa 14.373 millones en ayudas. Fuentes ministeriales, con todo, ven con preocupación el bajo porcentaje de ejecución del capitulo 6 (inversiones reales) en los presupuestos de la Generalitat, un 22,84% en los nueve primeros meses del año. Cuestionan abiertamente su capacidad para este desafío.
Choque en Europa con trasfondo valenciano
Mientras tanto, el fracturado escenario político español se ha trasladado a Bruselas, con València como telón de fondo. El PP español maniobra para tumbar el nombramiento de la ministra Teresa Ribera, como vicepresidenta de la Comisión Europea. Hay una amenaza de bloqueo político. Europa, su complicidad, siempre es fundamental ante tragedias como esta. Ya en 2019, Puig trajó a la Vega Baja al vicepresidente Timmermans, un mes después de aquella DANA también devastadora.
Ahora, los fondos europeos vuelven a entrar en juego. Mazón fue insistente en este punto el viernes, en sus exigencias al Gobierno: hay que activar todas las palancas de apoyo. Existen dudas sobre el impacto que puede tener el conflicto español y un hipotético bloqueo comunitario en el despliegue de estas ayudas. No obstante, la Comisión actúa en funciones en estos momentos, a través del colegio de comisarios en pleno, y ante emergencias de este tipo responde con los fondos existentes.
Sánchez ya ha solicitado la Ayuda del Fondo Europeo de Solidaridad así como la aprobación urgente de un nuevo Reglamento denominado RESTORE, para redirigir fondos de cohesión FEDER y FSE+ a los daños de la DANA. El ministro Luis Planas (Agricultura) se reúne hoy con sus homólogos en Bruselas y ya ha anticipado al comisario la petición para la movilización de fondos de la reserva agrícola. El Banco Europeo de Inversiones también ha activado un paquete de créditos para España de 900 millones para la reconstrucción de infraestructuras afectadas. Así comienza la cuarta semana tras la DANA, con bronca en Valencia, Madrid y Bruselas.