Estamos en los primeros años de la década de los sesenta del pasado siglo. La Corporación Municipal estaba presidida por Luis Cartagena Soriano desde que el 5 de octubre de 1955 sustituyera a José Balaguer Balaguer. En aquellos años, tanto en los cincuenta y hasta 1962, si en Orihuela se hablaba sobre la Feria la identificábamos con la que tradicionalmente se venía celebrando con la festividad de la Virgen de agosto, que servía para atraer visitantes de las pedanías y pueblos vecinos a nuestra ciudad, así como para los oriolanos que no disfrutaban del campo o de las playas de Torre de la Horadada y de Torrevieja.
Y de esta manera fue como en 1961 al amparo de la celebración de dicha Feria agosteña y en esas mismas fechas, el Servicio de Extensión Agraria de Orihuela, tuvo la iniciativa de efectuar una Exposición Agrícola de la Vega Baja del Segura, de la que tuvo como comisario a Trino Meseguer Irles. La aceptación por el número de visitantes y actividades desarrolladas dio lugar a que al año siguiente se considerase conveniente continuar con dicha Exposición en las mismas fechas de ese mes del estío, pasándose a denominarse como Exposición Agropecuaria de la Vega Baja, contando con un espacio expositivo de 12.000 m2, comprendidos entre la Glorieta de Gabriel Miró, el primer tramo o andén (tal como lo denominamos) de la Avenida de Teodomiro y la Avenida de Duque de Tamames.
Eran momentos en que las producciones de fibras naturales estaban en decadencia como las del cáñamo, el kenaf, el lino, la pita, el algodón y la seda, de la que de esta última Orihuela gozaba de preponderancia al contar con la Fábrica ubicada a la salida de Orihuela en dirección a Murcia, del gran número de moreras existentes que favorecía a la cría de gusanos de seda, que, en gran parte, considerábamos se mantenía gracias a la afición de los niños que conservaban de año a año las simientes en pañuelos blancos dentro de aquellas cajas de cartón de zapatos, en las que en su momento surgían los anélidos, los alimentaban con hojas de morera hasta que una vez adultos se confinaban en el capullo (para los más finolis «capillo»), en el que se transformarían en la mariposa que ponía la simiente para el próximo año. Orihuela contaba también con la industria La Algodonera de Levante, en la carretera de Orihuela a Murcia, en cuyas naves años después se montó o se intentó instalar Liofilizados Españoles S.A., que fracasó y no llegó a funcionar. Además de la Factoría de Juan Sabater García en el Barrio de San Antón dedicada a la producción de cáñamo y kenaf.
Todas estas fibras naturales estaban amenazadas por la proliferación de otras de origen artificial, no sólo en el ámbito oriolano, en la Vega Baja y otras zonas de la provincia de Alicante, sino también en las de Murcia, Granada, Jaén, Albacete y Almería. Lo cual era un acicate para luchar por la pervivencia de aquellas y de las industrias que las fabricaban. Así, se decidió en 1963, después de los éxitos obtenidos en los dos años anteriores, dar un giro al motivo de la Exposición y derivarla hacia el mes de octubre. Con lo cual, Orihuela podría ofrecer dos Ferias: la tradicional de agosto y la nueva de este último mes que pasó a denominarse como I Feria-Exposición de Fibras Agrotextiles del Sureste Español. En este primer año, coincidió con la 1ª Semana del Ternero de Carne y con la Festividad de San Francisco de Asís, Patrón del Colegio Oficial de Veterinarios de la Provincia de Alicante, que se celebró en nuestra ciudad, y de cuyos actos a pesar de mis dieciséis años fui testigo acompañando a mi padre, Antonio Galiano Santiago, jefe de los Servicios Municipales Veterinarios y tesorero de dicho Colegio.
Esta primera edición resultó un éxito de expositores y asistentes, lo que dio lugar a que al año siguiente volviera a convocarse.
Así, en 1964, el espacio expositivo pasó a ocupar 27.000 m² y se contó con 113 stands que fueron instalados en los mismos lugares que la primera edición. De esta manera, en la tarde del día 2 de octubre se efectuó la inauguración por el gobernador civil de Alicante, Felipe Arche Hermosa, que fue el encargado de cortar la cinta, estando acompañado entre otras autoridades por el presidente de la Diputación alicantina Alejo Bonmatí Gosálvez, el jefe provincial de Ganadería Arturo Soldevila Feliu y el presidente de la Diputación de Murcia, Ramón Luis Pascual del Riquelme.
En esta segunda edición, el Comité Ejecutivo estaba presidido por el alcalde oriolano Luis Cartagena Soriano; Trino Meseguer Irles como director general; Cayetano López Noguera, delegado comarcal de Sindicatos; Mateo Gil Muñoz, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Orihuela; Adolfo Virgili Guirao, inspector regional del Servicio de Extensión Agraria.
Una vez cortada bendecida la Feria por el vicario general del Obispado, Modesto Diaz Zudaire, auxiliado por Juan Martínez García, rector del Seminario de la Purísima Concepción y Príncipe San Miguel, por el canónigo magistral Salvador Ivars Devesa y el asesor religioso de Sindicatos en Orihuela, Francisco Navarro Aguado. Después de ello, se izó la Bandera de España a los sones del Himno Nacional y se efectuó un recorrido por la Feria. Tras lo cual las autoridades se desplazaron al Casino Orcelitano para inaugurar una exposición del pintor Balastegui compuesta por 24 óleos de paisajes alicantinos y ser obsequiados con un vino de honor.
En 1966, esta actividad pasó a denominarse como Feria Oficial de Fibras Agrotextiles y 1ª Lonja Frutera y Frío Agrícola del Sureste. Como tantas otras muchas iniciativas ésta desapareció y sólo tenemos memoria de ella en la hemeroteca, y algunas fotografías y postales en color de sus stands. Así recordamos que en esos años además de la Feria de Agosto, se celebraba otra Feria en el mes de octubre.
Antonio Luis Galiano es cronista oficial de Orihuela