La Torre del Agua es un escenario que, 16 años después de su construcción, y a pesar de necesitar muchos parches, sigue dejando boquiabiertos a los que entran en su interior. Esta semana les pasó a los invitados a los Premios Empresa del Año que organizan EL PERIÓDICO DE ARAGÓN y el Banco Sabadell y cuya gala de entrega tuvo lugar debajo del ‘Splash’, la escultura central de la Torre del Agua. Un edificio imponente que tiene que ser, definitivamente, un icono para la Zaragoza moderna. Que cuando alguien quiera ilustrar el nombre de la capital de Aragón no solo tenga el Pilar, que debe seguir siendo una de las señas de identidad, sino que haya otras referencias.

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