Pedro Sánchez quiere protagonizar un debate parlamentario a fondo sobre los efectos de la catastrófica DANA que a finales de octubre provocó más de 200 muertos, casi todos en la provincia de Valencia. En un momento en el que el Ejecutivo ha decidido empezar a poner la lupa sobre la polémica gestión del president de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, quien no estuvo varias horas ausente en la jornada más crítica del temporal y decidió enviar la alerta a los móviles con mucho retraso, la comparecencia de Sánchez será un episodio importante dentro de la batalla política entre el PSOE y el PP.
Según han informado fuentes de la Moncloa, el Gobierno registrará este lunes la solicitud de comparecencia del presidente. Pero Sánchez se desplazará en los próximos días a Río de Janeiro (Brasil) para participar en la cumbre del G20, así que el debate no tendrá lugar hasta el próximo 27 de noviembre. Su paso al frente busca también contrarrestar las críticas de Alberto Núñez Feijóo, que ha pasado a defender a Mazón, tras los titubeos iniciales ante sus controvertidas decisiones, señalando que el president de la Generalitat ya ha dado la cara (compareció el viernes en las Corts) y Sánchez no.
La situación de Ribera
La rendición de cuentas, en cualquier caso, viene a sumarse a otras citas parlamentarias del mismo tipo por parte de miembros de su Gobierno. El pasado miércoles, la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, acudieron respectivamente al Senado y al Congreso. Justo siete días después, hará lo mismo en la Cámara baja Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica.
El PP se está volcando en colocar a Ribera bajo la sombra de la sospecha, pese a que la responsabilidad en las emergencias es de las comunidades autónomas, hasta el punto de que los populares intentan frustrar su nombramiento como vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Competencia.