El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha anunciado una importante inversión en la industria aeroespacial, que ascenderá a casi 1.000 millones de libras (aproximadamente 1.200 millones de dólares). Esta medida llega pocos días después de la quiebra de Reaction Engines, una empresa pionera en la tecnología de motores a reacción con aplicaciones tanto civiles como militares.
Según un comunicado emitido el 14 de noviembre por la oficina del primer ministro, la inversión de 975 millones de libras en los próximos cinco años “impulsará la innovación, generará nuevas oportunidades de empleo y respaldará la industria”. La financiación estará enfocada en “centros aeroespaciales” en varias localidades del Reino Unido, como Broughton, Filton y Derby.
Estas ubicaciones albergan importantes plantas aeroespaciales. En Broughton y Filton se encuentran instalaciones de Airbus, mientras que en Derby está presente Rolls-Royce. El anuncio también destacó que, gracias a esta inversión, se respaldarán miles de empleos altamente calificados en todo el país, reforzando el apoyo del primer ministro a la industria aeroespacial.
La quiebra de Reaction Engines Limited (REL), ocurrida a principios de noviembre, fue un duro golpe para el sector. La empresa, con sede en Oxfordshire, había solicitado entrar en concurso de acreedores el 31 de octubre, lo que se saldó con la pérdida de cientos de empleos. Además, el sitio web de la compañía ha sido suspendido.
Reaction Engines era conocida por sus avances en la tecnología de motores SABRE, una innovadora solución que permitía el uso de aire para la propulsión, con aplicaciones potenciales en vehículos de acceso espacial y tecnología de propulsión hipersónica. En una prueba realizada en 2019, REL logró un hito mundial al enfriar el flujo de aire a velocidades mucho más altas que el límite operativo de cualquier motor a reacción actual. En este test, su tecnología de preenfriador soportó temperaturas superiores a los 1000 °C en menos de una vigésima de segundo.
Desde 2022, Reaction Engines había colaborado con el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de EE. UU. para desarrollar motores hipersónicos, campo en el que llevaba trabajando varias décadas. Además, la empresa había abierto una nueva sede en Denver, Colorado, para explorar oportunidades en el mercado estadounidense.
A pesar de los esfuerzos de Airforce Technology para obtener comentarios de los altos directivos de Reaction Engines, no se recibió respuesta antes de la publicación de esta noticia.
Reino Unido destina fondos al sector aeroespacial
El gobierno del Reino Unido ha revelado que la ampliación del Programa del Instituto de Tecnología Aeroespacial (ATI) será parte de la inversión en el sector aeroespacial, el cual ya recibió en 2021 un apoyo importante a través del Proyecto Fresson. Este proyecto se centró en el desarrollo de un demostrador de aeronaves de pila de combustible de hidrógeno y con cero emisiones.
Uno de los objetivos clave del ejército del Reino Unido, particularmente la Real Fuerza Aérea, ha sido reducir las emisiones de carbono, un esfuerzo que se alinea con su meta de alcanzar un servicio de cero emisiones netas para 2040. De este modo, el uso de combustibles alternativos y tecnologías innovadoras se ha convertido en una prioridad.
Reaction Engines también había recibido apoyo significativo mediante inversiones de capital estratégicas del Fondo de Desarrollo Estratégico (SDF), según lo informado por su socio en ese momento, Cranfield Aerospace Solutions. La colaboración entre ambas compañías estuvo respaldada por los gobiernos del Reino Unido y EE. UU., incluyendo agencias como la Agencia Espacial del Reino Unido, DARPA y la Fuerza Aérea de los EE. UU., además de contar con el apoyo de grandes socios industriales a nivel global.
Además, Reaction Engines consiguió inversiones de capital de diversos actores financieros e industriales, tales como BAE Systems, Rolls-Royce, Boeing HorizonX, Baillie Gifford, Schroders y el Strategic Development Fund. Estas contribuciones demostraron la importancia de la empresa en el ámbito aeroespacial.
En cuanto a nuevas oportunidades, en noviembre de 2024, la ATI lanzó una expresión de interés dentro de su programa sectorial estratégico. Este programa, financiado por Innovate UK, el Departamento de Negocios y Comercio y la propia ATI, ofrece hasta £685 millones en subvenciones para empresas que busquen participar en el desarrollo del sector aeroespacial en el Reino Unido.
Reino Unido refuerza su apuesta por el sector aeroespacial
El 15 de noviembre, el primer ministro del Reino Unido tiene programada una visita a Gales, donde su oficina destaca que se encuentra uno de los “mayores conglomerados aeroespaciales del mundo”, el cual emplea a más de 20.000 personas. Esta visita forma parte de los esfuerzos del gobierno para fortalecer la industria aeroespacial en el país.
En una declaración emitida el 14 de noviembre, Keir Starmer afirmó que el Reino Unido está “a la vanguardia de la industria aeroespacial” y aseguró que, al incrementar la inversión, se logrará desbloquear “la tecnología del futuro”. Según Starmer, este impulso será “un paso crucial” hacia el crecimiento y la creación de nuevas oportunidades en todo el país.
El resurgimiento de la competencia entre grandes potencias ha tenido un impacto directo en el sector de las tecnologías hipersónicas. Según el último informe de GlobalData sobre este tema, la inversión en estos sistemas ha aumentado, impulsada por sus aplicaciones potenciales en disuasión y operaciones militares. El informe señala que este tipo de tecnologías ha captado el interés de diversas naciones.
Sin embargo, la complejidad y los altos costos asociados a la tecnología hipersónica han limitado la capacidad de muchos países para desarrollar proyectos en este campo. Grandes economías como China, Rusia y Estados Unidos siguen siendo los principales actores en esta área.
Dentro de este sector, tanto las principales empresas de defensa como los proveedores especializados tienen un papel crucial en el desarrollo y la cadena de suministro hipersónica. A pesar de los avances, persiste un alto nivel de riesgo en un mercado que sigue siendo considerado “de nicho y desafiante”.