El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, ha denunciado en declaraciones a la Cadena SER el contenido de la llamada telefónica que recibió del president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, el pasado martes 29 de octubre, en plena jornada de la DANA que azotó la Comunidad Valenciana. Según Mayor, Mazón mantuvo «un tono alegre e incluso frívolo» durante la conversación, en la que no llegó a preguntar por la grave situación que enfrentaba el municipio debido al temporal.
Mayor detalló que la llamada, recibida a través de WhatsApp desde un número desconocido, fue inesperada. “Era el president Mazón. Me dijo que había salido mi nombre y por eso decidió llamarme”, relató el primer edil, quien añadió que fue él quien tuvo que explicarle al jefe del Consell que, aunque en ese momento no llovía intensamente en Cullera, la situación de los caudales del río Júcar era motivo de gran preocupación. «No mostró interés por la situación del temporal ni preguntó por los riesgos que estábamos afrontando», lamentó.
El contenido de la llamada se había mantenido en reserva por “respeto institucional”, como reconoció el propio alcalde, quien se limitó a confirmar en el pleno municipal del mismo día que había hablado con el president. Sin embargo, en su intervención reciente en el programa Todo es Mentira, Mayor decidió hacer públicas estas declaraciones, criticando la gestión autonómica de la emergencia. “Nos podemos equivocar, pero tenemos que estar. Mazón no estuvo donde debía estar en un momento clave para los valencianos y valencianas”, ha precisado.
El impacto de la DANA en Cullera
La DANA dejó su huella en Cullera con importantes daños materiales, entre ellos el derrumbe de un tramo de la muralla del Castillo de Cullera, un bien patrimonial de gran relevancia histórica. El Ayuntamiento informó que técnicos y arqueólogos municipales trabajan en la estabilización de la estructura tras el desplome, causado por la fuerza de las lluvias.A pesar de la gravedad de los hechos, Mayor aseguró que la situación está bajo control. Anunció que las clases y actividades municipales se reanudarán progresivamente, mientras se evalúa la seguridad en parques, jardines y caminos afectados, como la CV-603.
El alcalde subrayó que la falta de coordinación fue un problema recurrente durante la emergencia. Explicó que tomó medidas preventivas, como la suspensión de clases el lunes 28, siguiendo el aviso de la AEMET, pero señaló que hubo un grave fallo en la ejecución de los protocolos: “No funcionaron, no porque no existieran, sino porque no se ejecutaron correctamente”.
Además, reveló que no recibió ninguna advertencia sobre el riesgo de desbordamiento del río Júcar: «Tuve que monitorizar los caudales en tiempo real y, cuando vi el aumento crítico, llamé al presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, quien me confirmó que ya había alertado a la Generalitat. Nadie nos avisó oficialmente del peligro», denunció.