María Pedraza (Madrid, 1996) sabe lo que es la vocación, pero la suya no era de actriz. Iba para bailarina y ya con ocho años estudiaba danza clásica en el Real Conservatorio Profesional de Danza “Mariemma”, pero una lesión en la adolescencia truncó poder dedicarse a ello de manera profesional. Siguió bailando hasta los 18 años, pero siguió el consejo de su madre de tomar clases de teatro para ganar seguridad en sí misma.

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