En verano, las perspectivas ya eran positivas para la economía española como consecuencia del tirón experimentado por el turismo. Y en otoño, esta evolución se está consolidando gracias a la demanda interna, con el empuje del consumo en el inicio de una etapa conocida como ‘trimestre dorado’ que, aunque no sea un periodo natural, encadena el Black Friday, ya en marcha, la campaña de Navidades y Reyes y las rebajas de invierno en enero. Los distintos organismos y servicios de estudios han ido revisando al alza las estimaciones de crecimiento. La Comisión Europea lo acaba de hacer a elevar la previsión para este año en España del 2,1% al 3%.

Fuente