El Plan de Inundaciones valenciano alertó en 2010 del peligro de vivir en la Rambla del Poyo
Un camión volcado tras el paso de la DANA en las inmediaciones del polígono de la Reva, a 8 de noviembre de 2024, en Ribarroja, Valencia.

El Plan de Inundaciones de la Generalitat Valenciana, aprobado y vigente desde 2010 —aunque se actualizó en 2022—, recoge el peligro de construir viviendas cerca de “desapariciones de cauces”, como se ha evidenciado en la tragedia causada por la Dana.

Se trata -dice el Plan- de canales “especialmente peligrosos” porque no están definidos y donde el agua circula “muy raramente”. Este fenómeno disminuye la apariencia de peligro para el hombre, que “tiende a ocupar terrenos de muy alto riesgo” porque, normalmente, no fluye una gran cantidad de agua.

El texto explica que, cuando llueve, las aguas desbordadas por la desaparición de los cauces recae en barrancos como el del Poyo, aumentando su caudal.

La propia Rambla del Poyo, tiene tramos donde apenas circula agua e incluso ha crecido la maleza, muy semejantes a caudales desaparecidos. De modo que también crea el falso efecto de seguridad del que alerta la normativa desde hace catorce años.

La desaparición del cauce envía el agua al barranco del Poyo

El plan anti inundaciones, diseñado especialmente por el alto riesgo de riadas y Danas en la Comunidad Valenciana, califica como “muy alto” el riesgo de los cauces que preceden a la rambla del Poyo.

El documento especifica que estas vías son muy irregulares. Rara vez transportan agua, y crean la sensación en las poblaciones de que no existe ningún peligro.

Sin embargo, ante la llegada de lluvias torrenciales, muy habituales en otoño en la región, terminan llenándose y desbordándose en un periodo breve de tiempo. Toda esa riada va a parar a barrancos como el de Benimodo o el del Poyo, aumentando repentinamente el nivel del agua, y causando inundaciones en municipios que están edificados a escasos metros de un cauce que el día anterior tenía un nivel tres veces menor.

Imagen de los efectos de la DANA en la pedanía de La Torre, en la ciudad de València.
Imagen de los efectos de la DANA en la pedanía de La Torre, en la ciudad de València.

“Las desapariciones de cauce son especialmente peligrosas, porque al no existir una vía definida y, además, circular el agua muy raramente, el hombre tiende a ocupar terrenos de muy alto riesgo con elementos vulnerables sin tener conciencia del peligro existente”, explica el plan. “Aguas abajo de la desaparición puede existir otro cauce que recoge las aguas desbordadas, como es el caso del barranco de Benimodo o la solución artificial del siglo pasado de la rambla del Poyo”.

La rambla esconde un peligro “muy alto”

El arroyo del Poyo, por tanto, recoge agua de todas estas desapariciones de los cauces que pasan, de no tener apenas agua a estar desbordados, ante un efecto meteorológico como el que representa una Dana.

Además, el propio cauce del barranco que atraviesa localidades como Picassent, Paiporta o Benetússer, tiene también, en determinados tramos, la apariencia de no transportar apenas agua.

En determinadas zonas, incluso ha crecido maleza. Una circunstancia que lleva a las poblaciones a “ocupar terrenos de muy alto riesgo”. Esto es, a edificar centenares de viviendas cerca del río e incluso en el límite del mismo, ignorando el peligro real que conlleva. Todos los municipios destrozados por la peor gota fría de la historia, con 225 personas muertas, se encuentran siguiendo la rambla hacia su desembocadura.

A pesar de que no llovió en muchas de estas poblaciones, sí lo hizo agua arriba, justo donde se encuentran la desaparición de los cauces que menciona el plan anti inundaciones, lo que termino llevando una cantidad de agua equivalente a tres veces el río Ebro a lo largo de la rambla.

Sin planes para modificar el plan urbanístico

Un ejemplo son las fotos del antes y el después de la Dana en la rambla del Poyo, que reflejan cómo pasa, de no haber apenas agua, a transportar centenares de litros.

Estragos ocasionados por la Dana en el barranco, a 12 de noviembre de 2024, en Chiva, Valencia, Comunidad Valenciana.
Estragos ocasionados por la Dana en el barranco, a 12 de noviembre de 2024, en Chiva, Valencia, Comunidad Valenciana.

A pesar del riesgo de construir viviendas en estas zonas, la Generalitat no ha elaborado ningún plan para evitar reconstruir las viviendas en las zonas que ya han sido arrasadas.

Las ayudas del Gobierno central, además, van destinadas a restaurar en esas mismas zonas los centenares de hogares inundados por el agua, que llegó incluso a los segundos pisos de algunas viviendas.

El president de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, durante el pleno extraordinario del Consell de la Generalitat, a 12 de noviembre de 2024, en Valencia.
El president de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, durante el pleno extraordinario del Consell de la Generalitat, a 12 de noviembre de 2024, en Valencia.

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