El adelanto del Congreso Federal del PSOE agita el fantasma de las primarias en Extremadura. Apenas ocho meses después de acceder a la secretaría general con un ajustado apoyo del 56%, Miguel Ángel Gallardo tendrá que volver a presentarse como candidato si quiere continuar al frente del partido en la región. El congreso autonómico tiene que convocarse antes del 23 de febrero de 2025 y pueden darse dos escenarios: que todo transcurra como un mero trámite para ratificarse ante las bases o que, ahondando en la división interna que todavía persiste, aparezca un nombre alternativo.
«Yo, honestamente no las veo. Pero en cualquier caso, si las hubiera, estoy preparado», respondió el propio Gallardo a la posibilidad de que esas primarias pudieran celebrarse con el adelanto del Congreso Federal. Dejaba ya claro que tras haber renunciado al «confort» de su alcaldía (gobernó Villanueva de la Serena desde 2003 hasta el pasado abril, siempre con mayoría absoluta) seguirá librando la batalla, y no solo para liderar el PSOE de Extremadura, sino también para proclamarse candidato a la Presidencia de la Junta.
Es lógico pensar que cuando no ha pasado ni siquiera un año de la anterior renovación, que el PSOE de Extremadura se enfrente a unas nuevas primarias solo es una posibilidad residual. Sin embargo, la tímida integración por la que optó en su Ejecutiva y el malestar generado en Ferraz por las críticas al cupo catalán no han ayudado a Gallardo precisamente a consolidar su liderazgo. Y el adelanto de los procesos orgánicos no ha hecho más que elevar el ruido.
Fue el pasado marzo cuando Gallardo tomaba las riendas del PSOE de Extremadura para suceder a Fernández Vara tras 15 años en el cargo. El resultado de las elecciones autonómicas y los problemas de salud del expresidente llevaron al partido a un congreso extraordinario celebrado después de unas primarias que pusieron de manifiesto una palpable división interna. Gallardo logró un respaldo del 56,2% frente al 42,8% de su contrincante, Lara Garlito, que logró imponerse en la provincia de Cáceres.
Entonces la dirección nacional no se decantó por ninguno de los candidatos, aunque sí se consideró a Garlito la aspirante ‘oficial’ por ser mano derecha de Fernández Vara en el partido. Ahora sin embargo, desde Ferraz se oyen voces críticas hacia Gallardo: sus reiteradas ofertas de pacto a Guardiola (para negociar la financiación autonómica en Madrid primero y para pactar los presupuestos autonómicos después) y el haber elevado el tono contra el cupo catalán no han gustado a una dirección nacional acostumbrada a la lealtad de Extremadura.
Habrá que esperar a la celebración del comité federal para ver el desarrollo de los acontecimientos, pero lo cierto es que se lleva especulando ya semanas con que Ferraz estaría tanteando el terreno para promover una candidatura alternativa aprovechando esa división interna. Con Lara Garlito ya descartada, las quinielas aquí apuntan a otro nombre de mujer: Blanca Martín, presidenta de la Asamblea de Extremadura. No se ha posicionado ahora y tampoco quiso dar el paso en marzo, pero cuenta a favor con el aval de su experiencia política y el conocimiento del partido. No pasó desapercibida su foto oficial el pasado 16 de septiembre en Barcelona con el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en los mismos días en los que desde Mérida se elevaban las críticas al cupo catalán.
Gallardo, consciente del ruido, ha comenzado a mover ficha y el pasado septiembre sorprendió a la militancia con un acto público en Miajadas (Cáceres) con la participación de Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Guillermo Fernández Vara. El objetivo: exhibir unidad en torno al nuevo líder, defender la autonomía de la federación extremeña frente a Ferraz y visibilizar el respaldo de los dos expresidentes a las críticas frente al cupo catalán.
El otro gran apoyo de Gallardo dentro del partido es el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna. La capital autonómica es el principal bastión que los socialistas conservan con mayoría absoluta en esta legislatura junto a la Diputación de Badajoz que presidente el propio Gallardo y la federación local contribuyó de manera decisiva a que ganara las primarias: obtuvo un respaldo de más del 80%, frente al 55% por ejemplo de Badajoz, o el 26% de Cáceres, donde arrasó Garlito. El propio Osuna ha publicado recientemente una fotografía en sus redes sociales reunido con Gallardo y dando por hecho que será el próximo presidente de la Junta.