La sentencia del Tribunal Supremo que confirma que el PP utilizó dinero negro para pagar la reforma de su sede central en la madrileña calle de Génova puede tener repercusión en otros casos, como el que afecta al expresidente de la Generalitat Jordi Pujol y a sus hijos por la fortuna que guardaban en Andorra. Ambos procedimientos tienen una cosa en común: entre la conclusión de la instrucción de la causa y la celebración del juicio han transcurrido o transcurrirán cinco años y, en opinión del Supremo, ello supone un perjuicio que debe verse reflejado en las penas.

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