La Policía Nacional ha alertado de una nueva estafa bancaria que ya ha dejado a más de una persona sin ahorros y que se está haciendo viral por lo difícil que es detectarla.
Fue un internauta quien hizo pública este tipo de estafa. Lo hizo a través de la que red antes conocida como Twitter, donde confesó que le habían arrebatado los ahorros de toda su vida y que el banco le había denegado cualquier compensación. Y lo peor: él siempre pensó que se trataba de su banco porque lo llamaron de un número de teléfono perteneciente a esa entidad bancaria.
Spoofing, la nueva estafa bancaria
La Policía Nacional recomienda no fiarse de ninguna llamada, incluso aunque parezca provenir de nuestro banco. Lo mejor, asegura, es colgar y telefonear nosotros mismos a nuestra oficina para preguntar si esa llamada se había producido realmente desde allí o no, así como el motivo de dicha comunicación. Es preferible cotejar y confirmar las solicitudes bancarias antes que perder nuestro dinero.
La nueva estafa telefónica, llamada spoofing, consiste en telefonear desde un número que en nuestra pantalla puede aparecer como de nuestra entidad financiera. Luego, empleando términos bancarios en la conversación, nos aseguran que hay movimientos sospechosos en nuestra cuenta y que podríamos estar siendo objetivo de una estafa, así que nos recomiendan mover todo el dinero a otra cuenta más segura a la que los timadores no podrán acceder.
Sin embargo, los estafadores son ellos y, si los creemos, les estamos transfiriendo voluntariamente todo nuestro dinero a sus cuentas corrientes.
Eso fue precisamente lo que le sucedió a Miguel Ángel, el internauta que lanzó hace unos meses el primer aviso. Según explicó, recibió una llamada supuestamente de ING alertando sobre movimientos sospechosos en su cuenta.
Miguel Ángel siguió entonces las instrucciones del supuesto empleado y realizó transferencias a una cuenta de ING que le aseguro que era segura. Para efectuar esos movimientos de dinero, usó unos SMS recibidos desde un número que también parecía ser de ING. Sin embargo, no era así y Miguel Ángel perdió todo su dinero.
Cuando se dio cuenta de lo que había sucedido, se lo notificó a ING, pero el banco le dijo que había sido él quien había realizado voluntariamente las transferencias y que, por lo tanto, no podía hacer nada. En apenas unos minutos, Miguel Ángel se quedó sin un euro.
Ante el aumento de casos de este tipo, la Policía Nacional ha decidido emitir un aviso para alertar a la población de este nuevo timo y recomendar que, aunque nos parezca que la comunicación procede de nuestro banco, lo mejor siempre es desconfiar, colgar y llamar nosotros mismos a nuestra oficina financiera para comprobar si realmente nos estaban pidiendo efectuar determinadas operaciones.
En caso contrario, podríamos quedarnos como Miguel Ángel, con las cuentas vacías en apenas unos minutos.