Aquellas personas que tengan en propiedad, o bien sean usufructuarios, de una vivienda vacía dentro de Galicia podrán deducir 500 euros por cada inmueble en el tramo autonómico del IRPF. El importe de la deducción se prorrateará en función del porcentaje de participación en la propiedad y uno de los requisitos será que el precio de la propiedad, incluidos sus anexos, no supere los 700 euros al mes.
Así lo avanzó el propio presidente gallego, Alfonso Rueda, este sábado en su perfil de la red social X . Posteriormente, el portavoz parlamentario del PPdeG, Alberto Pazos, junto con el conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, y su homóloga responsable de Vivenda en la Xunta, María Martínez Allegue, dieron más detalles en una rueda de prensa en la Cámara autonómica.
Esto será posible a través de una enmienda que han registrado los populares al articulado de la ley de medidas fiscales y administrativas que acompaña a la de Orzamentos para 2025, una vía legislativa a la que recurre la Xunta de forma habitual para modificar varias normas en un mismo paso en la Cámara.
Rueda elevó a «máxima preocupación» el problema de acceso a la vivienda y recordó el compromiso de la Xunta duplicar el parque de vivienda pública, para que pase de las 4.000 actuales a las 8.000. «Para eso hay que dar pasos y cuanto antes, ya se están construyendo muchas viviendas», esgrimió, pero señaló que, para «ir más rápidos», también se harán deducciones en la parte autonómica del impuesto de la renta, como se plasma en las enmiendas registradas en el Parlamento.
De hecho, indicó que también habrá deducciones para quien necesite rehabilitar una vivienda antes de ponerla en alquiler (en este caso será el 15% de las cantidades satisfechas, según recoge la enmienda popular).
Con estas medidas incluidas en las enmiendas registradas por los populares (grupo con la mayoría absoluta en la Cámara, que sustenta en el Legislativo al Ejecutivo gallego), la Xunta, según ha verbalizado Corgos, confía en incrementar en un 3% el número de alquileres, lo que supondría la puesta a disposición a corto plazo (el presidente aludió ya a 2025 en redes sociales) de más de un millar de viviendas.