Muchas segundas partes en la vida merecen la pena. Cada segundo, cada instante de ellas es un anhelo de aquello que sucedió y que encandiló, por unos instantes, la vida de aquel que decide ver con buenos ojos una nueva vuelta de algo que formó parte de su atención, de gran manera. Charles Oliveira y Michael Chandler están en el bando de aquellos que piensan que son estas ocasiones las que dotan de sentido a la vida y que, junto al trasfondo que antecede una nueva batalla, harán de la novedad un hito para la historia de la UFC.
Brasileño y estadounidense, sus caminos vuelven a tener el mismo rumbo en el UFC 309, que acogerá el Madison Square Garden, hogar histórico de aguerridos campeones en los deportes de contacto a nivel global. El último y único capítulo entre ambos aconteció en mayo del año 2021, cuando la retirada de Khabib Nurmagomedov dejó vacante un oro que parecía muy lejano durante el reinado del ruso, pero que ahora separaba a los dos individuos con una sola victoria en el tapiz más famoso del mundo.
Michael Chandler llegó como una bala desde Bellator. Después de ser campeón en la compañía rival de la UFC, Iron logró vencer a Dan Hooker en su debut, para figurar entre la combinación final para cerrar el pleito titular. Charles Oliveira, que ya era todo un veterano de la compañía, había logrado renacer en su carrera profesional y ahora era un peleador distinto: el brasileño había construido una racha inexpugnable de ocho triunfos en cinco años, y reclamó a pleno derecho completar el dúo de candidatos a la correa mundialista.
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Sólo figuraban ambos protagonistas en el octágono. Un aplastante Chandler logró hacer pasar por un infierno a Charles Oliveira en el primer capítulo de combate. Tanto de pie como en el suelo, el americano fue la pesadilla del brasileño: puños, codos, rodillas; no había dimensión que no dominara Iron aquella noche. Incluso logró escapar de una peligrosa montada que Do Bronx logró rubricar en el tapiz con un gran slam que sorprendió a todo el público presente en el Toyota Arena de Houston, en Texas.
La épica de Michael Chandler murió al inicio del segundo asalto. Diez segundos bastaron para que Charles Oliveira sorprendiera al mundo con un golpe de izquierdas que mandó a la lona a Iron, que deambulaba con la mirada perdida en el octágono de Texas. El ground and pound puso fin al frenético enfrentamiento, en una de las mayores sorpresas de los últimos años dentro de la UFC. Do Bronx fue campeón al más puro estilo cinematográfico, ante la adversidad y como un peleador que contemplaba a la cara el más profundo fracaso para su carrera deportiva.
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Este sábado, el libro de la historia de las artes marciales mixtas vuelve a coger papel y tinta, para escribir un nuevo capítulo en el libro de las épicas. Michael Chandler y Charles Oliveira vuelven a unir sus caminos en una batalla que, pese a no tener como recompensa el oro de las 155 libras de la UFC, puede ser el trámite mayor para figurar como aspirante principal al cinturón que hoy ostenta Islam Makhachev, el implacable monarca de peso ligero del Ultimate Fighting Championship. Brasil ante Estados Unidos vuelven a tener su revancha particular, en una batalla ante los ojos de los fanáticos más exigentes del deporte emergente más influyente del planeta.
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