Dos años y medio después de su paso por Atresplayer, Antena 3 ha decidido empezar a promocionar la serie ‘Señor, dame paciencia’. Una serie «desastrosamente familiar» advierte la cadena, que muestra el primer avance de la comedia. Se trata de una continuación de la película homónima que Atresmedia llevó a los cines en 2017.

En esta nueva comedia, se siguen las desventuras de Gregorio (Jordi Sánchez), un padre de familia ultraconservador, reaccionario y lleno de prejuicios cuya situación vital se complica cuando una demanda relacionada con el accidente de su mujer le hace perder dinero, trabajo y su piso en el barrio Salamanca quedando a merced de sus hijos.

Silvia Abril, Norma Ruiz, Carlos Librado, Félix Gómez, Santi Cuquejo, Carol Rovira, Adam Jezierski, Jorge Suquet, Darío Paso, Mafalda Carbonell y Lucía Ramos, entre otros completan el reparto de la ficción, que está compuesta por 8 episodios de 50 minutos de duración.

El momento en el que la cadena anuncia la comedia, a 2 meses del fin de las navidades parece un poco prematuro como para que esta nueva apuesta llegue en 2025, aunque no es descartable. Por eso se abre otro escenario posible y es su llegada a la noche de los jueves tras el estrepitoso fracaso de ‘Beguinas’, que el pasado jueves cayó a mínimo histórico con un pobre 5,2% de audiencia.

Así es ‘Señor, dame paciencia’

Gregorio es un padre de familia ultraconservador, reaccionario y lleno de prejuicios; un hombre que vive agredido por un mundo en cambio que entiende cada vez menos. Gregorio pasa sus días instalado en la permanente irritación mientras confronta su relación con sus hijos, cada cual más alejado de sus planteamientos vitales. Carlos, casado con Pablo, un aspirante a diseñador; Goyito, sometido a los comics, los videojuegos y los snacks; Alicia, una activista perroflauta; y Sandra, vendida al ecologismo y casada con Javi, un charlatán pirado por la naturaleza.

Gregorio se siente como Job, puesto a prueba por Dios, que no para de mandarle calamidades. La última de ellas, perder su casa y su trabajo como director de sucursal de un banco, quedando en la calle y a merced de la hospitalidad de sus hijos, que no tendrán más remedio que ir turnándose para acogerle.

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