La elección de Trump ha traído consigo una marea de nombramientos en poco tiempo de personajes con poca vinculación con sus agencias federales encargadas. Parece que la elección más polémica de momento se podría considerar Elon Musk como uno de los dos líderes del nuevo Departamento de Eficacia Gubernamental (DODGE). Pese a ello, sus otras elecciones traen consigo preocupaciones de cara a la política exterior e interior de la superpotencia.
Trump premia sus amigos con posiciones de poder
Compañero de golf de Trump y empresario, Steve Witkoff ha sido nombrado envido especial de oriente medio. Sin ninguna experiencia política, su nombramiento es especialmente preocupante en un contexto geopolítico complicado y las consecuencias que podría tener en oriente medio.
El copresentador del programa “el Fin de Semana de Fox y Amigos” de Fox News será el nuevo secretario de Defensa y es posiblemente uno de los nombramientos más incoherentes de todos. Pete Hogseth ha formado parte del ejército estadounidense durante muchos años, pero no arrebata el hecho de que es un presentador de televisión cuya línea editorial es ultraconservadora que reivindica a Trump. La autobiografía de Hogseth demuestra su desagrado hacia el pentágono y hacia el establecimiento militar, comentando que “el próximo presidente de Estados Unidos tiene que reformar radicalmente al personal directivo del Pentágono para que estén listos para defender a [su] nación y derrotar a [sus] enemigos”; añadió que “hay que despedir a mucha gente”, según The Guardian. Los altos cargos militares estadounidenses están preocupados porque Trump podría usar a Hegseth en su retribución hacia los oficiales militares que no demostraron su lealtad hacia Trump en el pasado, de acuerdo con The Guardian.
El futuro de la política exterior
Marco Rubio, senador republicano de Florida, ha sido nombrado secretario de Estado y es el primer latino en liderar la diplomacia de Estados Unidos. Sin embargo, tiene una ideología conservadora y comparte posiciones erróneas como la negación de la existencia del cambio climático, según LA Times, algo que sin duda dificultará relaciones internacionales con varios países. Rubio fue candidato para las elecciones en 2016 y criticaba a Trump, llamándole un “estafador” y “vulgar”, pero tras la entrada de Trump en la Casa Blanca, sus relaciones se volvieron más amistosas, de acuerdo con AP.
El comunicado de Rubio en X reafirma su apoyo a Trump: “Trabajaré a diario para llevar a cabo su agenda de política exterior”. Esta agenda, de acuerdo con el Programa 2025 elaborado por su antigua administración y su propia Agenda 47, propone una política agresivamente anti-China, antiinmigrante y profundamente proteccionista. En un video en X, apoya la amenaza de Trump a Europa por no “poner su parte” en la seguridad continental. Paralelamente, Trump ha amenazado a la OTAN con quitar su apoyo si los países miembros no lleguen a la cuota exigida del 2% en gastos miliares de sus respectivos presupuestos.
Similar al caso de Witkoff, Mike Huckabee, gobernador republicano de Arkansas, popular entre los votantes conservadores evangélicos, también ha sido puesto al frente de la política en oriente medio, según AP. En el comunicado sobre su nombramiento como embajador de Israel en X comentó que “ama a Israel, la gente de Israel y, asimismo, la gente de Israel le aman”.
La elección de la nueva secretaria de Seguridad Nacional está íntimamente conectada con las políticas de Trump en materia de inmigración. Kristi Noemi ha manifestado activamente su rechazo hacia la inmigración, suscribiéndose a la nomenclatura de Trump de los inmigrantes “alienígenas”. En una entrevista con News Nation, Noem contó que el “presidente Trump va a deportar a los alienígenos ilegales más peligrosos primero – los asesinos, violadores y otros criminales que Biden y Harris permitieron entrar en nuestro país”. El lenguaje es un reflejo de la retórica ultraconservadora y xenofóbica, impulsado por miembros del Partido Republicano. En realidad, hay dificultades para encontrar datos exactos sobre la criminalidad entre los inmigrantes sin documentación, pero, de acuerdo con un estudio de 2020 llevado a cabo en Texas, estos inmigrantes tienen “un índice de crimen sustancialmente más baja que ciudadanos nativos e inmigrantes legales”, según Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).
Nombramientos particularmente incoherentes
Tulsi Gabbard es un personaje diferente a los otros nombramientos del presidente electo dado su rol en el partido demócrata. Hace dos años abandonó el partido debido a diferencias ideológicas, dónde dijo que estaban “radicalizando cada tema” y “fomentando racismo hacia gente blanca”, según NBC News. Ha sido nombrada directora de Inteligencia Nacional sin experiencia alguna en el sector. Formó parte del ejército estadounidense y trabajó en el senado, pero parece que Trump la ha nombrado principalmente como un alto cargo por su lealtad a su personaje. Esto es especialmente evidente dado que Gabbard reemplazará a Avril Haines, actual directora de Inteligencia Nacional con experiencia como viceconsejera de Seguridad Nacional y vicedirectora de la Agencia Central de Inteligencia. Trump ha apoyado a la nueva posición de la política en X: “Tulsi Gabbard se unió al Partido Republicano debido al liderazgo del presidente Trump y como ha sido capaz de transformar al Partido Republicano para reestablecer el partido de la gente y el partido de la paz”. “Se que Tulsi traerá consigo un espíritu valiente que ha definido su carrera ilustre a nuestra Comunidad de Inteligencia”, añadió Trump, según AP.
Para dirigir el departamento de Justicia, Trump ha elegido Matt Gaetz, congresista floridano que ha sido acusado de haber hecho trafico sexual a principios del año pasado. No fue condenado, pero actualmente está bajo investigación por el Comité Ético de EE.UU por mala conducta sexual junto con el uso de drogas ilegales, según NBC News. Se autodenomina en su página web “un defensor incansable” de Trump y sus objetivos son “destapar la corrupción” en el FBI, el departamento de Justicia y la Fundación Clinton. Su dedicación a esto se pone en duda ya que está defendiendo a un presidente que tiene 34 convicciones por corrupción.
Pese a que Trump no crea en el cambio climático, ha nombrado un nuevo director de la Agencia de la Protección Medioambiental. Lee Zeldin, político republicano sin experiencia en asuntos medioambientales, anunció que va a “revitaliza” la industria automovilística para “recuperar trabajos americanos” y que va a hacer que Estados Unidos sea “el líder mundial de la Inteligencia Artificial”. Finalizó el comentario, cuyos contenidos tienen poco que ver con su nuevo rol, con que completaría esos objetivos a través de “la protección al acceso a agua y aire limpio”. El comunicado oficial de Donald Trump detalla que su experiencia como miembro del senado de Nueva York le permitió abogar por un gran abanico de asuntos, incluyendo asuntos medioambientales, pero sus críticas hacia legislaciones que protegen al medio ambiente, según Newsweek, demuestran su falta de compromiso con el medioambiente.