Antes de subirse a un avión y aterrizar en Estados Unidos para tomarse una foto alborozada con Donald Trump, Javier Milei avanzó en la decisión política de polarizar a los argentinos entre su Gobierno y la figura de Cristina Fernández de Kirchner. El presidente de ultraderecha ordenó que se retire las pensiones especiales que cobraba como expresidenta, exvicepresidenta y, además, viuda del exmandatario Néstor Kirchner. El Gobierno anunció esa medida sin precedentes pocas horas después de que un tribunal de segunda instancia ratificara la condena a seis años de cárcel contra Fernández de Kirchner por hechos de corrupción. La Casa Rosada, como se conoce al Ejecutivo, justificó la medida recordando que el beneficio, cercano en su totalidad a los 20.000 dólares, se otorga «como contraprestación al honor, el mérito y el buen desempeño» de quienes pasaron por la presidencia. La nueva sentencia, que en caso de ser ratificada por el Tribunal Supremo, supondría el complimiento de una prisión domiciliaria, por tener más de 70 años. Según el Gobierno esta situación judicial justifica que Fernández de Kirchner deje de percibir esa considerable suma. «Estás tan fuera de eje que está apareciendo el pequeño dictadorzuelo que siempre llevaste adentro», respondió la exmandataria.
La condena judicial volvió a provocar entusiastas aprobaciones del espectro político conservador y el rechazo de aquellos que encuentran un caso ejemplar de persecución política a través de los tribunales. El paso dado por Milei es observado como una determinación del anarco capitalista de dividir las aguas en la sociedad, de cara a las elecciones parlamentarias de 2025. La reducción de la inflación, que cayó debajo de los tres puntos en octubre, es su principal estandarte económico. El antikirchnerismo visceral constituye a estas alturas un pilar de la argumentación política.
«Ahora resulta que, además de ser titular del Poder Ejecutivo, quieres crear y presidir un Tribunal de Honor para juzgar el honor, el mérito y el buen desempeño en el cargo de los expresidentes y expesidenta de la Nación. Y para colmo… ¿Un Tribunal con atribuciones para fijar y aplicar penas accesorias a las del Poder Judicial? «, reaccionó entre la ironía y la indignación Fernández de Kirchner. «Y, entonces… ¿Te quieres asociar con la mafia judicial para perseguirme tú también? ¿Tanto miedo me tienes? Te comento que al dictador (Jorge) Videla sí le tuve miedo y mucho. Pero tú solo me das lástima y vergüenza ajena».
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, fue el encargado de informar al país que se había dado de baja las pensiones, incluso la de viudez. El vocero, conocido por su agresividad y desplantes, dio una razón moral y contable. «Esto significa, para los argentinos, un ahorro de unos 21.827.624,65 pesos».
El Ministerio de Capital Humano, aseguró que, si bien la medida «no constituye una sanción accesoria a la condena penal», defendió su aplicación debido a la «indignidad que implica haber sido considerada autora penalmente responsable del delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública».
La larga intervención de la expresidenta en X estuvo cargada de sorna hacia Milei. «Se que te gusta la Inteligencia Artificial (a mí también me gusta mucho) y, ya que en unos días te vas a EEUU y lo vas a ver a Elon Musk, ¿por qué no le preguntas cómo podemos hacer para crear un Poder Judicial con Inteligencia Artificial? ¿Te imaginas la guita (dinero) que se ahorraría el Estado y todos los argentinos?». Fernández de Kirchner, quien también quiere posesionarse como la única alternativa a la ultraderecha, adjuntó a su texto la respuesta del ChatGPT cuando se le pidió que analice el dictamen en su contra y arrojó una «visión objetiva de las inconsistencias que tiene ese fallo».
Excepción con Menem
El diario ´La Nación` recordó que Zulema Yoma, viuda de Carlos Menem, cobra su pensión pese a que el expresidente tuvo una condena en segunda instancia por corrupción. De acuerdo con la publicación, en Casa Rosada aseguraban que la situación de Yoma estaba «fuera de discusión» y que «no se tocaría» su beneficio «pese a que también estaban quienes buscaban esgrimir argumentos técnicos para justificar la decisión. Menem se ha convertido en un héroe de la ultraderecha. Durante su gestión (1989-99), Argentina dio un giro profundamente neoliberal sobre la base de las privatizaciones, la desregulación de los mercados, la alianza irrestricta con Estados Unidos y el fuerte endeudamiento externo. La era menemista tuvo un fuerte costo social.
Radicalismo ideológico
La confrontación con Fernández de Kirchner es parte de un paquete ideológico que también se expresa en el frente externo. Tres días después de votar en la ONU contra una resolución por los derechos de los pueblos originarios, y a 24 horas de retirarse de la Cop29 por considerar que el cambio climático es una invención del «marxismo cultural», Argentina quedó envuelta en otra controversia al ser el único país en oponerse a un documento presentado por el organismo pasado 11 de noviembre en apoyo a la intensificación de los esfuerzos para «prevenir» y «eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado.
La iniciativa había sido promovida por España, Alemania, Chile, Bolivia, Italia, Ucrania, Uruguay y Venezuela, entre otros. Los países se había comprometido a enfrentar también «la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación». El secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, dijo que el rechazo se fundamenta en el «enfoque feminista radical» del documento. El abordaje del problema de la violencia de género, añadió, «no tiene evidencia científica alguna».
