Había expectación en la sala de prensa del Festival de Sevilla ante la comparecencia de Jeremy Irons y David Puttnam, Giraldillos de Honor y miembros del jurado en la Sección Oficial de esta edición. Ambos fueron, de hecho, presentados por el propio director del certamen, Manuel Cristóbal, quien mostró su agradecimiento “por su generosidad, su tiempo y por ser parte del Festival de Cine de Sevilla”.
Cristóbal mostró como “un gran logro” el tener en la ciudad al actor de películas como Inseparables, Herida o El misterio Von Bulow y al productor de Carros de fuego, Los duelistas, El expreso de medianoche y La misión, además de presidente de Columbia Pictures en los años 80. “Un héroe de la industria”, en palabras del director del festival.
Ataviado con sombrero y fular rojo, fiel a la elegancia que ha esgrimido en sus papeles más icónicos, Jeremy Irons comenzó respondiendo a una pregunta sobre el panorama actual de la industria, donde parece que la idea del cine como espectáculo se está imponiendo a las producciones con aspiraciones más artísticas. “Creo que siempre ha sido así, pero tal vez ahora sea peor”, afirmó el intérprete británico, de 76 años. “Cada vez se usa más la tecnología para crear historias visuales, y las nuevas generaciones han perdido la capacidad de concentración, han sido malcriadas y necesitan gratificación instantánea. Sé que estoy generalizando, pero creo que hay una verdad aquí”, matizó.
Irons, que, al igual que Puttnam, ha acudido al festival para presentar el reestreno restaurado de La misión (filme que coprotagonizó junto a Robert de Niro en 1986) afirma que aquella película, que obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes y fue nominada a siete Oscars, era “un buen ejemplo de lo que es un filme de entretenimiento y, a la vez, una obra de arte, pero ahora las finanzas funcionan de otra manera, y creo que algo así es difícil de conseguir hoy en día”.
“La misión es un buen ejemplo de lo que es un filme de entretenimiento y, a la vez, una obra de arte»
El actor insistió en la idea de que los tiempos pasados eran mejores al asegurar que el público más joven “se está perdiendo el placer de acudir a una sala y ver una película en su verdadera magnificencia, con una buena pantalla y gran sonido, como una experiencia para vivir en comunidad. Ellos prefieren sentarse en la cama o en el tren y verlo a solas en su propia pantalla. Yo no los critico necesariamente, pero creo que hay algo que se están perdiendo”.
“Me pasa algo similar con la música, a la que considero que le falta sentido”, añadió. “No hay comparación con lo que ocurría en los años 60, 70 y 80, y yo creo que hay un tema financiero detrás de eso, se busca una recaudación rápida muy inmediata. Para contar una historia desde el corazón no se necesita tanto dinero, pero creo que todo responde a un problema global, a la decadencia de la sociedad. Es algo que me entristece, pero yo estaré muerto en diez años, así que el problema es para los jóvenes. Bueno, a lo mejor les da igual y esto solo son palabras de un hombre mayor”, indicó con total seriedad.
El actor Jeremy Irons (i) y el productor David Puttnam (d) son fotografiados antes de la rueda de prensa. A 14 de noviembre de 2024, en Sevilla, Andalucía (España). En el marco del XXI Festival de Cine de Sevilla, los cineastas David Puttnam y Jeremy Irons, galardonados con el Giraldillo de Honor y miembros del jurado de la Sección Oficial, ofrecieron una rueda de prensa en la Platea Odeón Imperdible. / Joaquin Corchero / Europa Press
“El problema que percibo yo es que hay falta de ambición por parte de los cineastas, y eso influye en el modo en que el público responde”, añadió David Puttnam. “Una cosa que me gusta especialmente, da igual que sea en Sevilla, en Londres o en cualquier otra parte, es ver a la gente haciendo cola en la puerta del cine bajo la lluvia, y eso es por su interés por conectar con las ideas propuestas por otra persona. Para mí eso es lo más importante”.
¿Qué busca para aceptar un guion?
Irons recibió varias preguntas sobre su filosofía a la hora de abordar sus interpretaciones. “No hay diferencia realmente en lo que buscaba como actor antes y ahora. Me atraen los personajes que me ofrecen una aventura, que me llevan a otro sitio, con los que pueda empatizar de alguna manera, que me interesen, me diviertan y formen parte de una historia de la que yo quiera formar parte también. A veces he buscado personajes que me hayan ayudado a ganar una fortuna, pero eso no ha sucedido muy a menudo, y tampoco me ha aportado mucho placer”, afirmó de forma flemática.
Jeremy Irons. / EFE
Al principio, el actor no se quiso mojar demasiado a la hora de destacar unos personajes por encima de otros en su filmografía. “Todos son igual de importantes. Cuando empiezo un papel me siento como un electricista o un fontanero, me convierto en ese personaje y el desafío desaparece. Normalmente el reto son otras cosas, como la localización o el director, pero el personaje, si está bien escrito, al final entro fácilmente en él”.
Sí profundizó en algunos ejemplos con posterioridad. En una reflexión introducida por Puttnam, quien sostenía que la clave de una gran actuación consistía en dar vida a un personaje al que el espectador sintiese que conocía, Irons recordó que “en La casa de los espíritus, una película que dirigió Bille August en 1993, interpreté a un hombre realmente malvado. Entonces alguien me dijo que ese personaje era clavado a su padre. ¡Me resultó increíble!”
“Cuando interpreté a Klaus Von Bülow -en El misterio Von Bülow, dirigida por Barbet Schroeder en 1990 con el título original de Reversal Of Fortune- el público no sabía lo que yo estaba pensando, y estoy muy contento de eso, me gusta esconder lo que hay detrás de los personajes. Me gustan también los escritores que ocultan y crean un misterio, un enigma, y vas conociendo a esos personajes y enamorándote de ellos muy poco a poco, me atraen mucho ese tipo de caracteres”, concretó.
Ante la pregunta por parte de una espectadora muy joven de qué consejo darían a las personas que se quieran dedicar a esto, el actor sugirió lo siguiente: “Sobre todo, céntrate en ello, piensa: ¿Cómo puedo hacer esto mejor?, repasa la historia de la industria, estudia a los maestros del pasado, respétalos, ámalos y ve a por ello, y nunca te rindas, aprende cada día y puede que los dioses estén contigo y te ayuden”.
David Puttnam. / EP
Yo doy clases todos los años y en los estudiantes veo una cosa en común: no han visto suficientes películas
“Yo doy clases todos los años y en los estudiantes veo una cosa en común: no han visto suficientes películas”, completó Puttnam. “Se creen que el cine empieza en Spielberg y no consideran necesario ver filmes de Chaplin. Y también añadiría la necesidad de un compromiso, de no dispersarse con varias cosas. Los mejores profesionales no quieren hacer otra cosa que no sea esto”, añadió el productor, quien aprovechó para invitar a los presentes a acudir a la charla sobre el proceso creativo de La misión que los dos Giraldillos de Oro ofrecerían esa misma noche en el Cartuja Center.
Puttnam también tuvo palabras muy amables con el Festival de Sevilla al ser interrogado sobre cómo veía su futuro. “El espacio que ocupa en el calendario de festivales es muy oportuno, porque es ideal para recibir a las películas que compiten por el Óscar, y además esta es una gran ciudad, tendrías que estar muy loco para no querer venir aquí. Un buen festival debe dar a un filme desconocido una plataforma, asegurarse de que programa películas con potencial y conseguir que los críticos lo apoyen. Aquí tenéis las fechas y la ciudad. Ahora solo falta el impulso, y que el resto del mundo se entere”, concluyó.
