La patata caliente en que se ha convertido la opa hostil del BBVA sobre el Sabadell, como sucede con toda operación que concita un fuerte rechazo político y social, ha pasado esta semana de las manos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a las de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La primera de estas instituciones ha decidido llevar la concentración a la conocida como segunda fase de análisis, con lo que su dictamen se alargará algunos meses. Tras este movimiento esperado pero poco habitual, la pelota está ahora en el tejado de la CNMV, que en unas semanas prevé anunciar si aprobará la operación antes o después de que Competencia se haya pronunciado. En principio, dicho anuncio podría llegar en entre dos y cuatro semanas, aunque tampoco se descarta que se retrase algo más, incluso hasta principios de 2025.

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