El Congreso ha destinado más de dos millones de euros a garantizar el uso del catalán

Las primeras palabras que pronunció Francina Armengol como presidenta del Congreso fueron un preludio de su apuesta por el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, algo también pactado previamente con ERC. «Bos días, buenos días, egun on, bon dia», dijo. Después, anunció que el catalán, el euskera y el galego se podrían usar en la Cámara Baja en cualquier situación, algo inédito hasta entonces. De aquel compromiso inicial han pasado 15 meses y ahora ya no es raro ver a algunos diputados hablando en las lenguas cooficiales. Para garantizar este nuevo derecho de los parlamentarios el Congreso ha destinado hasta la fecha más de dos millones de euros y, en las próximas semanas, adjudicará un nuevo contrato de hasta 12 millones.

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