El proyecto de reparación de urgencia de la fachada del Ayuntamiento, en manos de Cultura. Tres semanas más tarde de que se desprendiera un cascote desde la torre del reloj. El pasado jueves 24 de octubre el desprendimiento de un trozo de la fachada del edificio consistorial alicantino caía al suelo, provocando una gran conmoción entre los allí presentes. Una situación que obligó al gobierno municipal a tomar cartas en un asunto que llevaba pospuesto, por lo menos, cinco años, según indicaron los informes elaborados por los técnicos municipales en 2019, en los que ya se advertía que se conocía que un suceso así era algo «probable» dado el estado en el que se encuentra el edificio.
Ahora, días después de la comparecencia pública en la que la portavoz municipal, Cristina Cutanda, informó acerca de los informes elaborados al respecto del estado de conservación del edificio consistorial, el gobierno de Barcala envía a la Conselleria de cultura el proyecto urgente para la renovación de la fachada del Ayuntamiento de Alicante. Un proyecto que se centra única y exclusivamente en la fachada del inmueble y que deja al margen la reparación, también necesaria, del interior del edificio que sí se contempla en el proyecto de renovación integral que actualmente sigue en manos del equipo de gobierno después del inicio de su tramitación en el año 2021. «Tanto el proyecto de reparación y consolidación como las obras asociadas a la caída del cascote son obras independientes al proyecto de reforma del palacio consistorial actualmente en tramitación», explicó la portavoz municipal, Cristina Cutanda, el pasado martes.
Un proyecto urgente que ahora deberá pasar el examen de la Conselleria de Cultura y que está integrado tanto por informes que ya se usaron como parte de la redacción del proyecto integral, como por nuevos informes elaborados por los técnicos municipales para este proyecto, según han indicado fuentes municipales a este medio. La reparación necesita el visto bueno del proyecto por parte de la Conselleria de Cultura para salir adelante, ya que se trata de un Bien de Interés Cultura (BIC), y sin esta autorización no se podrían iniciar las actuaciones.
Unas actuaciones de las que se desconoce su duración y el coste económico que supondrán, ya que, según el equipo de gobierno estos son datos que, pese a que sí que se contemplan en el informe remitido, deberán esperar el visto bueno total del proyecto de la Conselleria de Cultura, por lo que no han querido hacerlos públicos. Por ello, ahora el Ayuntamiento de Alicante deberá esperar la respuesta de la Generalitat, quien como en el caso del proyecto integral, podrá solicitar más información o rectificación de algunos de los puntos de los informes enviados. Una vez que el proyecto reciba el visto bueno definitivo, el Consistorio podrá dar inicio a los trabajos de reforma de la facha del Ayuntamiento de Alicante.
Una fachada, que tras lo ocurrido con el desprendimiento del pasado 24 de octubre, se encuentra cubierta de mallas como medida de prevención que sí que cuenta con autorización de la Conselleria de Cultura. En cuanto a la red de protección, continúa ultimandose el anclaje y la certificación, y una vez finalizada su instalación, que se prevé como máximo para la segunda semana de diciembre, se podrá restablecer el paso peatonal por la acera y el tráfico rodado, «con independencia de mantener algún ámbito limitado al paso peatonal», según ha indicado Cutanda.
Informes
Precisamente, en los informes que se daban a conocer esta semana por parte del equipo de gobierno ya se habla de que el palacio consistorial sufría un «deterioro progresivo» que le había llevado a presentar «pequeños desprendimientos». Además, en estos estudios elaborados por los técnicos municipales del Departamento Técnico de Conservación de Inmuebles se habla de que, junto a la torre del reloj, ya existían «piedras con fisuras» y «grietas» con «riesgo de desprendimiento» por el que se recomendaba «limitar el acceso a los balcones» ya en 2015.
Además, en un informe de 2019 se habla de «desprendimientos» en la fachada principal en «una zona próxima a la torre del reloj» tras la caída de un fragmento a la vía pública, como lo ocurrido el pasado 24 de octubre, y se indica que la solución pasa por una «obra de rehabilitación integral», al menos, «de la fachada del edificio». Aunque no es hasta 2021, tras el «desprendimiento de fragmentos del entablado de los balcones» con el que se llega a proponer prohibir el acceso a los mismos salvo para la ejecución de reparaciones, cuando el equipo de gobierno, ya liderado por Luis Barcala (PP) como alcalde, y en coalición con Ciudadanos, inicia los trabajos para la redacción de proyecto de reforma del palacio consistorial.